El concejal avilesino de Movilidad vive en carne propia la experiencia de moverse en silla de ruedas y saca conclusiones

Pelayo García toma nota de las barreras arquitectónicas en un recorrido hasta La Carriona: "Las trasladaré a los técnicos para corregirlas"

Pelayo García, el último de la fila, acompañado por miembros de Difac, ayer, en silla de ruedas por Buenavista. | R. S.

Pelayo García, el último de la fila, acompañado por miembros de Difac, ayer, en silla de ruedas por Buenavista. | R. S. / I. G.

I. G.

El concejal de Participación Ciudadana de Avilés, Pelayo García, tiró ayer de empatía, montó en una silla de ruedas eléctrica para desplazarse y de paso, comprobar en primera persona cómo transitan por Avilés las personas con movilidad reducida con el objetivo de conocer los problemas de accesibilidad en la ciudad. Tomó nota de las deficiencias encontradas desde la sede de Difac, situada en la calle Sabino Álvarez Gendín hasta el cementerio de La Carriona. Esas apreciaciones que sufrió y compartió con las otras personas que le acompañaron serán trasladará los técnicos municipales con vistas a dar una solución a las barreras arquitectónicas encontradas en el camino.

"La idea es que una vez realizado el trabajo técnico sobre las deficiencias sea supervisado por Difac (asociación de discapacitados físicos de Avilés y comarca)", señaló Pelayo García, que comprobó a pie de calle las dificultades con las que se enfrentan a diario las personas que se desplazan en silla de ruedas por este tramo de la ciudad, entre los barrios de La Magdalena y La Carriona. "Si cambias la perspectiva y te subes a una silla de ruedas, los problemas de accesibilidad se perciben mucho mejor", expresó tras sufrir en sus propias carnes los problemas a la hora de, por ejemplo, cruzar una calle.

Observó y percibió desde la silla de ruedas eléctrica que le prestaron aceras sin rebajes adaptados y por lo tanto con serias dificultades, paradas del autobús sin acceso para sillas de ruedas y pendientes que requieren de una actuación municipal, entre otras barreras, como reconoció el concejal de Participación Ciudadana momentos después de finalizar su experiencia.

El itinerario que Pelayo García hizo en compañía de miembros de Difac y otras personas usuarias del cementerio de La Carriona, donde finalizó la expedición, es uno de los cuatro propuestos por el colectivo que vela por la eliminación de barreras arquitectónicas en Avilés. La idea del edil de Participación es realizar las cuatro rutas propuestas en los próximos meses.

La idea es plantear futuras mejoras y hacer de Avilés un entorno más accesible para todos y todo bajo la supervisión de Difac, colectivo que sufre las consecuencias de una planificación urbanística inaccesible y no adaptada a las personas con movilidad reducida. Las otras rutas que inicialmente trasladó Difac al Ayuntamiento, detalló Pelayo García, parten desde los barrios de El Nodo y Jardín de Cantos, Villalegre y Valliniello y finalizan en el centro de la ciudad.

Tras su primera experiencia pilotando una silla de ruedas eléctrica, el también concejal de Movilidad y Servicios Urbanos comprobó que es "preferible" que haya baldosas protáctiles –las que sirven para guiar y advertir a las personas con poca capacidad visual– con diseños de puntos redondos frente a los que tienen dibujos de estrella para poder circular. Y así una serie de inconvenientes, de pasos que impiden la libre circulación de las personas con movilidad reducida que como el resto, quieren desplazarse hasta el cementerio de La Carriona o simplemente llegar hasta el barrio homónimo sin tener que pasar apuros y todo ello para velar por la adaptación de espacios urbanos inclusivos.

Suscríbete para seguir leyendo