Oviedo, L. GANCEDO

El desempleo, la caída del consumo y el hundimiento de la compraventa de viviendas ha terminado por pasar en lo que va de año una factura superior a los trescientos millones de euros en las principales recaudaciones de impuestos del Estado en Asturias. Se trata de ingresos esenciales también para sostener la Administración asturiana y sus grandes servicios públicos (la sanidad, la educación, la atención social...) conforme al modelo de financiación autonómica.

Los ingresos de Hacienda por IRPF, IVA e impuestos especiales se han deteriorado con intensidad a lo largo de los últimos meses, como ha ocurrido también con los grandes tributos que gestiona de manera directa la Administración del Principado. La crisis económica y su impacto en la recaudación han sobrepasado las previsiones del Gobierno asturiano, tal y como ha reconocido el consejero de Economía, Jaime Rabanal, que impulsó a comienzos de esta semana un fuerte ajuste extraordinario en el Presupuesto de 2009, con un recorte de gastos de 101 millones, destinado a garantizar el pago de algunas «obligaciones ineludibles», entre las que se incluyen fundamentalmente las nóminas en la sanidad.

Las estimaciones del Ministerio de Hacienda parecen igualmente desbordadas. Cuentas recientes de la Agencia Tributaria retratan los daños en la recaudación del Estado en Asturias con resultados como los que se repasan a continuación junto a otros referidos a las cuentas de la Hacienda autonómica del Principado.

l Los ingresos totales de Hacienda en Asturias hasta el pasado mes de junio ascendieron a 894 millones de euros, 325 millones menos que a la misma altura del año 2008, lo que supone una disminución del 27 por ciento. La merma en la recaudación, hasta hace poco más liviana que en otras zonas de España, ha pasado ya a ser semejante a la media del país.

l La mayor parte de ese descenso (294 millones) corresponde a la suma del IRPF, el IVA y los impuestos especiales, las recaudaciones que el Estado cede parcialmente a las autonomías para su financiación.

l La recaudación del IRPF se resiente del descenso del empleo, pero también de algunas de las medidas anticrisis puestas en marcha por el Gobierno, como la devolución de los cuatrocientos euros que se acordó en 2008. Mientras tanto, el «crack» del mercado inmobiliario y el debilitamiento del consumo han reducido casi un 29 por ciento los ingresos por IVA.

l Entre los impuestos que recauda de manera directa el Principado, el más tocado por la crisis es el de actos jurídicos documentados y transmisiones patrimoniales, con un retroceso superior al treinta por ciento. Este tributo es el que se paga, por ejemplo, en las compraventas de pisos usados y al formalizar las hipotecas, de modo que su descenso se relaciona también con el fuerte impacto de la crisis en el mercado inmobiliario.