Director de la Agencia de Calidad Ambiental y Consumo

Oviedo, L. Á. VEGA

Dejó de fumar hace 16 años, a pelo, y ahora supervisa la aplicación de la ley que prohíbe fumar en recintos cerrados, con toda la polémica que arrastra. Juan Llaneza, director de la Agencia de Calidad Ambiental y Consumo, considera que no había otro remedio, dados los compromisos de nuestro Gobierno y el escaso alcance de la ley anterior. Está convencido de que con esta ley se evitarán muertes y que beneficiará la salud de los asturianos. «Fumar no es un derecho básico, es sólo una libertad que se ejerce. De hecho, la mayoría de la gente no lo hace», sostiene Juan Llaneza.

-Una ley de lo más polémica.

-Una vez pase todo este vendaval mediático, las cosas quedarán donde tienen que quedar. En los últimos cinco años hemos aplicado la anterior ley y llegamos a abrir 300 expedientes sin tanta repercusión. No hubo ningún problema de aplicación con la anterior ley ni la habrá con la actual. Sólo puso alguna pega el sector de la hostelería, que asume que fumar y hostelería están ligados, al menos económicamente. Es un sector en el que ha habido una cierta tolerancia o ambigüedad.

-¿Perjudicará al sector de hostelería?

-Puedo entender la postura de las asociaciones de hostelería, aunque no compartirla. Es dudoso que haya pérdidas, aunque dependerá del tipo de negocio. La hostelería asumió mal ya la anterior ley. Había una cierta discriminación entre distintos sectores hosteleros. Las mismas asociaciones proponían la prohibición. Pues ya ha llegado. Creo que estamos en una sociedad lo suficientemente madura y avanzada, y se respeta a las personas que no fuman y que pueden disfrutar también de los espacios de convivencia abiertos a todo el mundo. La ley se está cumpliendo con carácter general en todas parte, anécdotas aparte.

-Parece que se olvida que esta ley trata de intervenir en un grave problema de salud pública, como es el tabaquismo.

-La propia sociedad se ha encargado de desvirtuarla, calificándola de ley antitabaco. Es una ley sanitaria. Lo que preocupa a las autoridades sanitarias, y no es talibanismo, es que hay un montón de muertes al año por una causa evitable. No sólo están las muertes directas por el tabaco, sino las de aquellos que sin fumar se ven expuestos al humo. Esta sociedad se preocupa por la contaminación ambiental. ¿Cómo no nos va a importar la microcontaminación del tabaco, que es más tóxica y dañina? Esta ley no busca luchar contra el fumador.

-¿Cuánta gente puede dejar de fumar es Asturias gracias a esta ley?

-No puedo dar cifras. Pero es una gran oportunidad para que algunos dejen de fumar, porque el tabaco además subió, para apreciar lo que es un local sin humo... La gente que no fuma es mayoría. El derecho a fumar no es un derecho básico, es una libertad que se ejerce. Todas estas actuaciones lo que pretenden es contribuir a la reducción del hábito tabáquico. Se olvida que nosotros, como Estado, nos comprometimos en en 2002 a prohibir el uso del tabaco en los lugares confinados. Tenemos que cumplir como país serio que somos, como se ha hecho en los países nórdicos, en Gran Bretaña, en Francia, en Italia...

-Pero hay excepciones, como Holanda, Croacia...

-Las hay, pero en este momento la expresión simple que hay que transmitirle al ciudadano es: oiga, en los lugares cerrados no se fuma. En los parques infantiles, no fume usted, que hay niños. A la puerta de los centros sanitarios, no fume, que es muy fea la foto. En los colegios, tampoco. Los niños no fuman. Donde hay enfermos, no se fuma. El espíritu de la ley es este, y todos debemos estar convencidos de que hay que aplicarla, porque en nuestro fuero interno sabemos que está bien. La ley ha salido con un amplio consenso. Otra cosa es que queramos polemizar. Y que vayamos a aspectos caricaturescos, insumisiones anecdóticas.

-Lo que está claro es que se va a sancionar.

-Hay cosas fuera de lugar, esa pregunta casi no cabe. La parte importante de nuestra función no es sancionar ni perseguir a la gente. Pero la gente tiene que entender que, si no cumple la ley, hay procedimientos sancionadores aplicables.

-Hay mucho desconocimiento.

-La mayor parte de los ciudadanos no conoce la ley. Se habla de que no se puede fumar en un radio de 50 metros de las puertas de los hospitales, pero la ley no habla nada de metros, tampoco de distancias, y es un error. Habla de recintos. Habrá que interpretar, hay que ajustar esos términos. Hay centros de salud que dan a la calle, pero es que en las vías públicas se puede fumar. En las aceras de los colegios, se puede fumar.

-¿Y en las marquesinas?

-Sigue estando prohibido el tabaco en las marquesinas. No todas son iguales, y puede haberlas que estén abiertas, pero en principio no se puede fumar en ellas. La literalidad de la ley induce a ciertas dudas.

-Se plantea como salida la reconversión de los establecimientos hosteleros como clubes de fumadores.

-La respuesta a eso es bastante clara. En los clubes no se pueden meter actividades comerciales, deben tener personalidad jurídica, un domicilio social, unos fines propios, no deben tener empleados...

-¿Una oportunidad para el sector hostelero?

-A los hosteleros les felicito, aunque no sea yo quien más gracia les puede hacer en estos momentos. Han acatado la ley con un estilo y un rigor que nosotros felicitamos.

-Pueden desarrollar el concepto de terraza, como en Francia, por poner un ejemplo.

-El concepto de terraza varía. Una mediterránea no es lo mismo que una del Norte. Lo que en el Norte es un toldo, en el Sur es una sombrilla. Las terrazas ocupan vías públicas y están sometidas a ordenanzas. Hay mucha materia de trabajo para analizar. Durante estos primeros meses estamos abiertos para aclarar a los hosteleros todas las dudas que tengan.

-Hay hosteleros que se quejan de que tuvieron que hacer obras con la anterior ley para que ahora se prohíba fumar. ¿Se les abonarán gastos?

-¿Por? Sólo digo que en 2007 se articuló una línea de subvenciones por parte del Principado para que la hostelería pudiese hacer reformas en sus locales.

-¿Va a establecerse algún protocolo de actuación para uniformizar la actuación de las fuerzas de seguridad?

-No hay ninguna intención de dejar cabos sueltos. Tenemos previsto realizar cursos con las fuerzas de seguridad del Estado, con las policías locales, con el fin de unificar los procedimientos. A lo largo de este mes enviaremos cartas a la Delegación del Gobierno y a la Federación de Concejos para organizar algún curso este primer trimestre.

-¿Hemos llegado a tener que aplicar esta ley por falta de educación, por no respetar al otro?

-La gente está muy educada, y una prueba de ello es que la gente ha interpretado mejor la ley que todos los que estamos metidos en este guirigay mediático. La pregunta es si dentro de cuatro meses habrá este mismo interés. Ocurrió lo mismo con la ley anterior.