Oviedo, L. Á. V. / Agencias

Cataluña ha reabierto el debate sobre los límites de velocidad en las autopistas y vías rápidas. El conseller de Interior, Felipe Puig, ha defendido que en las autopistas catalanas donde el límite de velocidad actual es de 120 kilómetros por hora (como en el resto de España) éste se eleve a 130. La medida podría aplicarse en tramos como el de la AP-2 entre el peaje de El Vendrell (Baix Penedès) y Lleida, de trazado suave y baja densidad de tráfico.

La propuesta ya le valió a Puig una lluvia de recriminaciones desde la oposición, que le acusa de fomentar la cultura de la velocidad, y tampoco ha caído especialmente bien en el Gobierno central. El director de la DGT, Pere Navarro, aseguró ayer en Córdoba, donde asistió a un congreso sobre seguridad vial, que elevar el límite de velocidad en autopistas es una decisión que «hay que pensársela dos veces por los efectos que pueda tener». Navarro subrayó que «en toda Europa los debates se centran más en reducir la velocidad que en subirla» y que el departamento que dirige tiene «muy grabada la experiencia de Dinamarca, que en 2004 aumentó de 120 kilómetros por hora a 130 en autopistas y aumentó un 20 por ciento el número de fallecidos porque contaminó las otras carreteras».

Pero el debate está ahí. Los límites de velocidad en las autopistas y vías rápidas son superiores en otros países europeos, y ahí está el tan traído ejemplo alemán. En las autopistas alemanas no hay un límite concreto, aunque la recomendación de las autoridades es que se circule a 130 kilómetros por hora. No obstante, algunas autopistas sí tienen algunos tramos limitados a 120, debido a la alta siniestralidad registrada.

«Es la gran asignatura pendiente en España, establecer una limitación objetiva de la velocidad», indicó Raimundo García Cuesta, de Accidentología Vial. Para García Cuesta, hay tramos de autopista que por sus características, trazado y estado de la calzada «permitirían que se elevase el límite de velocidad a 130 kilómetros por hora e incluso 140». Este agente local se lamentó de que se haya dejado de lado un proyecto que pretendía establecer científicamente los límites de velocidad para cada tipo de carretera.

El abogado Luis Antonio Olay Pichel también se mostró favorable a incrementar el límite de velocidad en las carreteras rápidas, siempre en función de las condiciones de la vía. «En Europa ese límite está aceptado, por lo que me parece correcto que se plantee en España también», indicó el abogado, especializado en asuntos de seguridad vial.