Oviedo, L. Á. V.

Han tenido que pasar siete años desde los atentados del 11 de marzo en Madrid para que el ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras reconozca que robó parte o toda la dinamita utilizada por los islamistas y pida perdón a las víctimas, por haber participado «involuntariamente» en la masacre y no haber colaborado con la justicia.

Lo hace en un recurso presentado por su letrado, el madrileño Carlos Orbañanos -que defendió hace unos años al pederasta Nanysex-, ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. El objetivo del recurso es convencer a los jueces de que Trashorras no es un terrorista, que no conocía el uso que iba a darse a la dinamita y que, por tanto, debe reducirse la condena a 34.715 años de prisión que le impusieron la Audiencia Nacional y el Supremo.

En el recurso Carlos Orbañanos indica que «a fin de evitar debates innecesarios y superfluos al objeto del presente recurso, es deseo de mi defendido, apartándose de la estrategia de defensa mantenida hasta el presente, reconocer, como bien expresa la sentencia de la Audiencia Nacional (página 658), que todo o gran parte del explosivo utilizado en el terrible atentado del 11-M y en el suicidio de Leganés que causó la muerte de un policía el 3 de abril, provino de Mina Conchita y que fue mi representado (pero no sólo él) quien lo puso a disposición de Jamal Ahmidan».

Es un claro cambio de estrategia. Se trata de la primera vez que Suárez Trashorras reconoce los hechos por los que fue condenado. Hasta ahora, el ex minero avilesino ha mantenido hasta siete versiones de su participación en el mayor atentado de la historia de España. En el juicio, el ya desaparecido Gerardo Turiel, letrado del ex minero y catedrático en Oviedo, optó por negar que su defendido hubiese cometido los hechos e indicar que éste había informado a la Policía de las andanzas de Jamal Ahmidan en Asturias. Ya condenado, llegó a afirmar que el 11-M fue un golpe de Estado.

En el documento presentado ante el Tribunal de Derechos Humanos se añade que «aunque exceda del objeto del presente recurso, el señor Suárez Trashorras, con este reconocimiento, desea pedir perdón a las víctimas y lamentar no haber prestado la colaboración necesaria a la Administración de justicia para que se hubiera conseguido un mejor esclarecimiento de los hechos a fin de reconfortar en lo posible a las víctimas y sus familiares y para mejor información y tranquilidad de la sociedad española».

El recurso continúa indicando que «este reconocimiento, que afecta a la esfera moral y, por tanto, no a la jurídica, no se integra en estrategia alguna de defensa, aunque cada cual, sin duda, dicho sea con los debidos respetos, lo interpretará como mejor tenga por oportuno».

En la documentación remitida a Estrasburgo Trashorras sostiene que nunca pensó que Ahmidan y sus compinches fuesen islamistas, ya que consumían alcohol y drogas. Ya en su día declaró que pensaba que la dinamita era para volar bancos o ajustes de cuentas. Trashorras permanece en la cárcel de Mansilla de las Mulas (León), donde no crea problemas a los funcionarios de prisiones y recibe frecuentes visitas de familiares, convencidos de que en la trama del 11-M no están todos los que son y de que el ex minero es inocente de los hechos por los que lo condenaron.