Oviedo, L. Á. VEGA

Casi un mes después de que dos destructivos fuegos arrasasen más de 4.000 hectáreas en el Valledor (Allande) y El Coto, en Fuentes del Narcea (Cangas del Narcea), la Guardia Civil y las brigadas de investigación de incendios forestales del Principado aún no han completado sus pesquisas, ni identificado al autor o los autores de los siniestros, motivo por el que el fiscal de Medio Ambiente, Joaquín de la Riva, no ha podido abrir diligencias por los hechos, según indicaron fuentes de la Fiscalía. No obstante, la Guardia Civil estaría muy cerca de identificar y detener al menos al autor de uno de estos fuegos, causado casi con toda probabilidad para abrir pastos.

Fuentes cercanas indicaron que las brigadas están encontrando dificultades para encontrar el foco de inicio de alguno de los fuegos, con el fin de determinar si fueron realmente provocados, como se sospecha. «Es complicado dar con los autores», indicó una fuente conocedora del curso de las investigaciones.

El incendio del Valledor, que quemó 2.165 hectáreas, sobre todo de matorral y monte bajo, igualó al que, por ahora, se consideraba el peor registrado en Asturias, el que arrasó Villayón en 1998. Se inició en las brañas de La Collada y recorrió linealmente todo el Valledor, desde el Pozo de las Mujeres Muertas hasta Berducedo -una superficie similar a la del concejo de Ribera de Arriba-, quemando hasta siete casas, entre ellas la Torre del Valledor, donde Antonio García, cronista del concejo, almacenaba documentos y piezas. El fuego se inició en una zona en la que una semana antes se había registrado otro incendio. Todo indica que fue provocado.

El que se inició en El Coto, en Fuentes del Narcea, arrasó otras 2.000 hectáreas, a las que hubo que sumar otras 500 en otros fuegos registrados en Cangas del Narcea. El autor o los autores de estos fuegos, que posiblemente pretendían eliminar el «monte viejo», aún no han sido identificados.

La crisis vivida el pasado mes de octubre, aunque iniciada durante la última semana de septiembre, puso sobre el tapete el problema de las guardias de incendios, un instrumento que permite disponer de más efectivos en el monte en épocas de fuegos. Los guardas forestales consultados indicaron que estas guardias se activaron con casi una semana de retraso. La activación de estas guardias no se hizo hasta el martes 4 de octubre (y se prolongó hasta el 28), y ello a pesar de que el fin de semana anterior llegaron a registrarse una treintena de incendios en la región.

Los guardas forestales quieren afinar la activación de estas guardias, que depende del índice de incendios. Cuando se registran tres días con índice 4 (en una escala de cinco, siendo éste el máximo), al cuarto se activa este sistema de vigilancia. El problema, aseguran los guardas, es que quizá no se está calculando de forma adecuada el índice de incendios. Uno de los guardas consultados indicó que, durante el mes de septiembre, no se llegó a sobrepasar el índice 3, aunque el riesgo de incendio era objetivamente mayor por las altas temperaturas registradas y la sequía.

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