Oviedo, Eduardo GARCÍA

Asturias no tiene un grave problema de rediseño de su mapa municipal, aunque ésta es una asignatura pendiente en toda España que el Gobierno central pretende acometer para agrupar los concejos «en función de la población».

El problema de la organización municipal del Principado no tiene las dimensiones que presenta en otras regiones españolas. Si en medio millón de kilómetros cuadrados, la superficie de España, caben más de 8.100 municipios, en 10.500 kilómetros cuadrados, la superficie de Asturias, cabrían en torno a 160 si se sigue la regla matemática. O sea, el doble de los que tenemos.

Municipios más pequeños que Noreña, con poco más de cinco kilómetros cuadrados, los hay a cientos en España. Y municipios mayores que Cangas del Narcea, el mayor asturiano, también hay unos cuantos. Exactamente, veinte, casi todos centrados en Extremadura, Murcia y Andalucía. Cangas tiene 823 kilómetros cuadrados, que es menos de la mitad de los municipios de Cáceres y Lorca, los dos primeros del «ranking» español.

El mapa municipal de España está mal hecho. Alguien diría que se ha convertido en una chapuza. Atomización compulsiva y un gasto imposible para pagar miles de alcaldes y decenas de miles de concejales, aunque sólo sea por dietas de kilometraje. La división provincial española (50 provincias incluyendo a Ceuta y Melilla) data de 1933, en tiempos de la República y se mantuvo intocable hasta la fecha. La división autonómica (17 comunidades), por su parte , fue aprobada en 1978; pero la división municipal no está sujeta a ley alguna, sino que es consecuencia de una herencia histórica. La gran división administrativa pendiente, por tanto, es la municipal.

El tamaño medio de un municipio español es de 63 kilómetros cuadrados, justo la superficie de Navia. La población media de un concejo en España es de 5.800 habitantes, la población aproximada que tienen Cudillero, Salas y Parres; pero la población media de los 78 concejos de Asturias se pone en 14.000 personas, mucho más del doble. No tenemos municipios extremadamente grandes ni ridiculamente pequeños, aunque en algunos casos hay un problema grave de despoblación.

Había en el año 2009 un total de 16 municipios asturianos por debajo de los 1.000 habitantes, y otros tres estaban en puertas. La supervivencia de un concejo debería centrarse en dos parámetros: superficie y población. Y no vale con «aprobar» sólo uno.

Entre los concejos con menos de 1.000 habitantes o que rondan esa cifra hay algunos que además llegan a esos 63 kilómetros cuadrados que es la media nacional. Pequeños y deshabitados, los que en los aspectos más técnicos de la cuestión se situarían con más probabilidades de pasar a integrar el territorio de alguno de sus vecinos. Aunque una cosa es la técnica y otra cosa es la Historia y la singularidad de cada cual. Esos candidatos son Yernes y Tameza, San Tirso de Abres, Cabranes, Illas, Caravia, Santa Eulalia de Oscos, Pesoz y Santo Adriano.

Tomemos el ejemplo de Caravia. Sólo tiene dos municipios por debajo en cuanto a extensión, y ocupa el puesto 71.º en población. Otro: Yernes y Tameza, el de menos población de Asturias, y el 69.º en superficie.

La homogeneidad del mapa municipal asturiano se ve también en el número de habitantes. Gijón ocupa el puesto 15.º de España, y Oviedo, el 21.º. Hay municipios despoblados sueltos, pero no grandes extensiones de despoblamiento, como ocurre en las provincias de Castilla y León. Veintiún concejos por encima de los 10.000 habitantes, incluyendo municipios de la zona central y de las dos alas, demuestran el relativo equilibrio de la división municipal de Asturias.

Lo que demuestra esta tesis es que la remodelación del mapa municipal asturiano es un asunto más de cirugía ambulatoria que de operación a corazón abierto. Los cambios podrían tener más sentido desde un punto de vista de estricta territorialidad. En su día Degaña se desgajó de Ibias, Tapia y Vegadeo se desgajaron de Castropol, y Cudillero, Muros y Soto del Barco lo hicieron de Pravia. Castrillón e Illas pertenecían a Avilés, y Santo Adriano era territorio de Proaza.