Villaviciosa /

Candás (Carreño),

M. MENÉNDEZ /

G. BENGOA

Se cumplieron los peores presagios. Como se temía, los restos de fuelóleo procedentes del escape producido la pasada semana en la central térmica de Aboño, en Carreño, llegaron a una de las playas de referencia del centro de Asturias, la de Rodiles, en Villaviciosa. No obstante, las manchas aparecidas fueron pequeñas y escasas, por lo que no fue necesario cerrar todo el arenal al baño. Sólo se prohibió en la parte derecha, próxima al monte de Rodiles, pero sin causar especial incidencia, pues se trata de un área que suele estar restringida para los surfistas, que ayer practicaban este deporte sin mayor inconveniente. Todo lo contrario ocurrió en las playas de la Ñora y Merón, donde se restringió el acceso por culpa de la llegada de parte del vertido. También en la de España se mantuvo la bandera roja, colocada el sábado, por culpa de la contaminación.

Muchos de los bañistas que ayer pasaron el domingo en Rodiles ni siquiera se percataron de que hasta este arenal también habían llegado manchas de fuelóleo y pudieron disfrutar de una tranquila jornada playera para inaugurar el mes de julio. Incluso, algunos de ellos se sorprendían al ver en la parte oriental de la playa a tres operarios realizando labores de limpieza en la arena y pasando unos rodillos especiales para retirar el galipote.

El director general de Justicia e Interior del Principado, José Luis Villaverde, aseguraba que el impacto en Rodiles ha sido «prácticamente mínimo», pero se decidió a actuar por las «connotaciones especiales de esta playa, porque es la de mayor contingencia de bañistas y personas de la zona». Villaverde comprobó personalmente el estado de la arena acompañado del alcalde de Villaviciosa, José Felgueres, y de los ediles Marta Faya y Juan Ramón González. El helicóptero del servicio de emergencias 112 también estuvo atento a posibles manchas en el mar por si detectaba depósitos, irisaciones o reflejos plateados. Las playas de Tazones, de El Puntal y la ría no se han visto afectadas.

No es el caso de los arenales de la Marina de Villaviciosa, que son los que se han llevado la peor parte y, entre ellas, playa España, en Quintes, ha sido la más afectada y lleva desde el sábado a última hora cerrada al baño. Ayer amaneció con un aspecto lamentable, en el que importantes manchas se apoderaban del arenal. Además, la presencia de un importante número de rocas dificulta las labores de limpieza porque resulta más complicado eliminar el chapapote de las piedras que de la arena. Desde las siete y media de la mañana un operativo de limpieza se afanó en retirar las manchas. Primero se había dispuesto un grupo de doce personas, pero cuatro de ellas fueron trasladadas a Merón, en Argüero, dado que a este arenal también habían entrado restos de fuelóleo. Por lo que, finalmente, en playa España se quedaron nueve operarios, según explicó Villaverde.

Los ojos están puestos en la mancha detectada en el mar, en la parte oriental de este arenal, pues se teme que con el rompiente llegue hasta el pedrero. La Ñora, en Quintueles, también está cerrada al baño.

Desde que el día 26 de junio se activara el plan territorial de contingencias por contaminación marina accidental en el Principado de Asturias (Placampa) hasta ayer, domingo, se han retirado de las playas y zonas costeras de Carreño, Gijón y Villaviciosa (playa España, Rodiles, Ñora y Merón) unos 105 metros cúbicos de material sólido y arena que se han trasladado a las instalaciones del Consorcio para la Gestión de Residuos de Asturias (Cogersa) para su tratamiento. Está previsto que hoy continúen las labores de saneamiento en los arenales y zonas de rocas accesibles y aledañas a las playas. Participarán 53 personas y un mínimo de 10 máquinas hidrolimpiadoras. En el caso de Rodiles, se mantendrá la vigilancia «de forma preventiva, ya que la afectación hasta ahora es mínima y no ha sido necesario cerrarla al baño» en su totalidad.

El alcalde de Villaviciosa, José Felgueres, que desde el sábado visita los arenales afectados para conocer de primera mano su estado, aseguró tener «bastante preocupación» por el cierre de las playas España, Merón y la Ñora. Destacó que se trata de un «problema ecológico y también económico» porque teme que esta situación afecte al sector turístico, hostelero y al comercio del municipio, justo en el inicio de uno de los meses de mayor afluencia de veraneantes, julio.

Por eso, confía en que las intensas labores de limpieza que se están desarrollando permitan en breve devolver la normalidad a las playas, minimizando los perjuicios que puedan ocasionar a los negocios de la zona. Por lo que Felgueres insistió en que exigirán al Principado la continuidad de las labores de limpieza y prevención, ya que el Ayuntamiento no tiene capacidad para asumirlas, apunta. Felgueres contó como anécdota que el sábado hubo un gran despliegue en Rodiles ante la alerta de que un avión se hubiera caído al mar, tras la denuncia de varios vecinos, que dieron el aviso a los servicios de emergencia del Principado. Falsa alarma. Era una aeronave del salvamento marítimo que estudiaba el litoral por culpa del galipote.