El conflicto generado en torno a las últimas protestas del sector de la minería sigue presente en los Juzgados. D. V. G., un minero de 33 años, ha aceptado un año de prisión -sustituible por una multa de 2.160 euros- y una sanción añadida de 1.080 euros tras reconocer que formó parte del piquete que cortó el tráfico en el cruce de La Rodriga (Salas) el 19 de junio del año pasado, que «increpó» a los guardias civiles que acudieron a disolver la protesta y que lanzó «un petardo de grandes dimensiones que explotó a escasa distancia de los pies de los agentes».

Según la fiscalía, el piquete en el que participó D. V. G. estaba compuesto por unas cien personas, un grupo de trabajadores «que cortó el tráfico colocando en la calzada neumáticos ardiendo, camiones, contenedores de basura, leña y piedras». Poco después se presentaron en el lugar agentes de la Guardia Civil, con la finalidad de disolver el piquete y restaurar la circulación. En ese momento, «el acusado comenzó a increparles con expresiones como "hijos de puta" y "vamos a por los voladores, que ye lo único que entendéis"». Después les arrojó el petardo.

Los hechos fueron considerados un delito de coacciones, por el que el acusado aceptó una condena de multa de doce meses a razón de 3 euros diarios (1.080 euros en total) y un delito de atentado, por el que D. V. G. asumió la pena de un año de prisión, a sustituir por 720 días de multa a razón de 3 euros diarios (2.160 euros). La cuantía que tendrá que pagar asciende a los 3.240 euros.