El sector lácteo, monocultivo del campo asturiano, es, junto al del azúcar, el que sale peor parado en la reforma de la política agraria comunitaria (PAC), aprobada el pasado mes de junio, según reconocieron ayer las eurodiputadas Esther Herranz e Iratxe García, de PP y PSOE, respectivamente, en un encuentro informativo organizado por la Oficina de Prensa Española del Parlamento europeo en Madrid.

Aun así, el sector azucarero ha logrado mantener las cuotas de producción hasta 2017, mientras que la leche las pierde definitivamente en 2015. Herranz subraya que era «la historia de una muerte anunciada», ya que, en su opinión, «las cosas no se han hecho bien desde hace mucho tiempo» , porque cuando España empezó a recoger las cuotas abandonadas por productores dejó una situación de incertidumbre. El sector de la leche está, a su juicio, tratado de forma «injusta», ya que coincide que en España va a sufrir el impacto de la retirada de los fondos de cohesión y fondos estructurales, según Herranz.

Por su parte, Iratxe García apunta que la leche y el azúcar son unas «espinitas que se quedan en este proceso». En referencia a las cuotas lecheras, la eurodiputada socialista admite que «sabíamos que iba a ser muy difícil mantenerlas». En el sector lácteo asturiano quedan 2.500 ganaderos que se reparten más de 600.000 toneladas de cuota, alrededor del diez por ciento de la producción nacional.