Silencio cortante, caras serias y discursos duros marcaron ayer el adiós de Ángel González como diputado de la Junta General del Principado. El parlamento asturiano se convirtió ayer en la primera Cámara representativa del país que expulsa a uno de sus miembros para cumplir una sentencia que todavía no es firme. La tensión podía cortarse con un cuchillo y las intervenciones de los partidos, lejos de ser de guante blanco, dejaron patente la distancia sideral entre los partidos con representación en Asturias. En apenas media hora, Ángel González entró al hemiciclo como diputado y se vio obligado a salir, desposeído de su acta, después de que el PSOE, IU y UPyD, votaran a favor de su incompatibilidad mientras Foro y el PP se abstenían. Todo para cumplir la sentencia que le condena a 7 años de inhabilitación por prevaricar al fraccionar contratos para adjudicar 81 monolitos que tenían como fin señalizar fosas de víctimas de la Guerra Civil.

Tenía tres minutos pero al final fueron siete y medio los que le llevó a Ángel González defender su inocencia, justificar su resistencia a dimitir tras la sentencia que le inhabilita 7 años por prevaricación y recordar a las víctimas de la Guerra Civil que todavía yacen en fosas por toda la región. "He llegado hasta aquí porque me parece obligado rebelarse contra la injusticia de la justicia. Me rebelo contra declaraciones y acusaciones falsas y contra un proceso y una sentencia absolutamente injustos", proclamó desde el hemiciclo mientras el resto de diputados (sólo faltaron el Presidente, Javier Fernández, y el vicepresidente de la Cámara, Pelayo Roces) escuchaban callados.

El ex portavoz de IU lamentó "esta práctica de sepultar la presunción de inocencia y disparar antes de preguntar" y responsabilizó de deteriorar la democracia "a quien siga aplicando la expresión 'los políticos' de forma general". González explicó por qué no dimitió tras la sentencia del TSJA, como le pidió su propio partido: "lo más fácil era haber dimitido hace mucho tiempo (...) pero ni honradez personal, política y profesional no tiene precio. Bajar la cabeza ante esta monumental injusticia no lo acepté ni lo aceptaré jamás". Sus últimas palabras para el diario de sesiones estuvieron dedicadas a las víctimas que todavía yacen en fosas de la Guerra Civil. "Son muchas y no tengo tiempo para nombrarlas, pero basten estos nombres: San Miguel de la Barreda en Siero, el Pinar de Salinas, el Pozo Fortuna en Mieres, Funeres en Laviana, las Pozona en Aller, el cementerio de Gijón y el de Oviedo, Fuente la Faya en Lena, La Mata en Grado...". Y acabó deseando "acierto en el trabajo" en lo que queda de legislatura.

La votación no dio margen a la sorpresa. Los veintidós votos que ayer sumaron el PSOE, IU y UPyD fueron suficientes para que prosperase la inhabilitación de Ángel González pese a la abstención de Foro y el PP.

Cristina Coto justificó el desmarque de Foro en que se estaba adoptando "un acuerdo innecesariamente precipitado" al no ser aún firme la sentencia condenatoria. La presidenta del PP, Mercedes Fernández, manifestó que era un asunto "difícil", dijo que debía haberlo resuelto IU, reprochó a UPyD que no diera lecciones porque "ejemplaridad no es tener siete asesores" y dejó entrever que Ángel González era viceconsejero, con una consejera por encima, y de un gobierno socialista. Emilia Vázquez, de IU, declinó hacer uso de su turno de cinco minutos mientras Ignacio Prendes (UPyD) reprochó al PP haberse convertido "en el primer partido antisistema" por votar en contra de la aplicación de la ley electoral. "Han perdido la ocasión de ser serios y rigurosos", reprochó Fernando Lastra a foristas populares. "No estamos ejecutando una sentencia, hay que actuar y cumplir la ley", concluyó el portavoz socialista. González, en su salida del hemiciclo, sólo saludó a diputados de Foro y el PP.