Gabino de Lorenzo, delegado del Gobierno en Asturias, restó ayer relevancia al problema de las intoxicaciones de seis trabajadores en el túnel de la variante de Pajares y garantizó que las obras se retomarán pronto, "con la seguridad que requieren". De Lorenzo añadió que, a su juicio, la causa no está en embolsamientos de grisú, algo descartado en las primeras inspecciones, y se decantó porque el origen de las indisposiciones tenga que ver con gases procedentes de las máquinas o con los materiales que se están utilizando.

Por su lado, Antonio Trevín, diputado asturiano del PSOE, exigió ayer al Ministerio de Fomento que no use los problemas de intoxicaciones como "otra excusa" para justificar que el nuevo acceso ferroviario a la región "tampoco va abrir en 2015".

"Con todos los respetos para los seis trabajadores que han resultado afectados, no estamos ante un problema extraordinario; estamos ante un riesgo habitual en esta clase de obras que tiene una rápida solución", enfatizó Trevín, que también apunta, como los sindicatos, a carencias en los sistemas de ventilación como posible causa de los desvanecimientos que sufrieron la pasada semana seis operarios en el túnel central bajo la Cordillera. Las obras de impermeabilización permanecen paralizadas desde el viernes y no se retomarán hasta que se conozcan con exactitud las causas y se tomen medidas para corregirlas.

Tras recordar que Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, se comprometió en sede parlamentaria a que el primer tubo de la Variante abriría en 2014, Trevín también afeó a Fomento que se "esconda" en "otras excusas", como el agua o la inestabilidad de una ladera de las inmediaciones de Campomanes, para tratar de justificar su "falta de compromiso" con las obras. "El problema de Campomanes podía estar resuelto si se hubiera actuado antes y lo que pasa con el agua es sequía presupuestaria", indicó.