La disolución de matrimonios aumentó el año pasado en Asturias el 6,9%, con un total de 133.441 demandas iniciadas, frente a una tasa media nacional del 2,9%, según el informe publicado ayer por el Consejo General del Poder Judicial. Pero un mayor incremento se registró en los procedimientos de modificación de las medidas relacionadas con la guardia, custodia y alimentos. La principal explicación se encuentra en el impacto de la crisis.

El Principado registró 126.400 procedimientos de divorcios en 2014, el 7,2% más que en el ejercicio anterior. De ellas, la mayoría fueron de mutuo acuerdo (75.795), el 7,8% más que en 2013. Los no consensuados se elevaron a 50.605, el 6,3% más que el año anterior.

Sólo en el cuarto trimestre de 2014 se iniciaron 20.714 procedimiento de divorcios consensuados y 14.281 sin acuerdo. En ambos casos el incremento interanual es próximo al 4%.

Las separaciones también aumentaron, pasando de 6.862 a 7.041, lo que supuso el 2,6% más en un año. Del total, 4.802 fueron de mutuo acuerdo (el 3,7% más), mientras que las contenciosas, 2.239, avanzaron el 0,4%.

Pero el mayor incremento, como ya adelantó este periódico, se dio en la modificación de las medidas referentes a las pensiones alimenticias, la guardia y la custodia. Según el informe del Consejero General del Poder Judicial, en 2014 se iniciaron un total de 42.292 procedimientos. De ellos, 9.109 correspondieron a medidas consensuadas, el 14,7% más que en el ejercicio anterior. Pero la mayoría, 33.183, se encuadraron entre las no pactadas, el 8,8% más.

También aumentaron los procedimientos relacionados con la guardia, custodia y alimentación de hijos no matrimoniales. Se iniciaron 16.497 causas de mutuo acuerdo (+19,1%), mientras que otras 28.103 no fueron consensuadas (+11,6%).

Las nulidades matrimoniales también crecieron en 2014, con un total de 202 en el conjunto de España, frente a los 178 del año 2013.

Si se calculan las disoluciones matrimoniales por cada mil habitantes, la media en Asturias es de tres, una décima más que la nacional.

Por encima de la tasa media del país se situaron Canarias (3,3), Comunidad Valenciana (3,2), Cataluña (3,1) y Andalucía y Baleares, junto con Asturias (3).

El registro más bajo se contabilizó en Castilla y León (2,2), seguida de Extremadura, Navarra, País Vasco y La Rioja, todas ellas con 2,3 disoluciones por cada mil habitantes.