El PSOE será la fuerza mayoritaria en el parlamento más fragmentado de la historia autonómica de Asturias. La formación que lidera Javier Fernández revalidó ayer su victoria de 2012 al obtener 14 de los 45 diputados de la Junta General del Principado, tres menos que hasta ahora y otros tantos por encima del PP de Mercedes Fernández, que recupera la segunda posición y la hegemonía de la derecha regional, con 11 representantes. Podemos irrumpe como un vendaval y se coloca como tercera fuerza con 9 escaños, por delante de Izquierda Unida, que aguanta el tirón con Gaspar Llamazares al retener sus cinco asientos, frente al hundimiento que experimenta la coalición en el resto de las comunidades. Foro Asturias sufre un estrepitoso descalabro al pasar de 12 a tres en una caída sin precedentes. Ciudadanos, que se estrena con otros tres, cierra la compleja composición de una Cámara en la que ya no estará UPyD y que aboca a pactos para evitar la ingobernabilidad.

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La victoria consolida a Javier Fernández como un peso pesado de su partido a nivel nacional, al ser el único que ayer logró el primer puesto, junto al extremeño Guillermo Fernández Vara. Pero no esconde un importante retroceso de los socialistas, que reducen en más de cinco puntos su porcentaje de voto, con una participación electoral del 62,13 por ciento, frente al 51,15 de 2012 y el 61,6 de 2011. El PSOE se alza con el triunfo en las tres circunscripciones. Por el centro, obtiene 9 de sus 14 diputados, tres por la occidental y dos por la oriental. Además, ayer fue la fuerza más votada en las autonómicas en grandes concejos como Gijón, Avilés y Siero (en el primer caso, no lo fueron en las municipales).

Pero Javier Fernández está obligado a llegar a acuerdos si quiere gobernar. Podría ser presidente en segunda vuelta sin la necesidad de respaldos, siempre y cuando la unión de otros partidos no sumara más apoyos que su candidatura. Pero tendría imposible realizar su función legislatura sin pactos. Hasta ahora, el presidente autonómico se ha mostrado reacio a una entente con Podemos, que se postula en principio como su aliado más lógico, tanto por proximidad ideológica como por aritmética parlamentaria (los socialistas no sumarían mayorías con IU). Las próximas semanas serán determinantes para aclarar algunas de las colosales dudas que deja el nuevo mapa político.

Los comicios también arrojan luces y sombras para el PP. La formación que lidera en Asturias Mercedes Fernández casi no repunta en porcentaje de votos con respecto a la anterior cita con las urnas, al pasar del 21,53 al 21,59 por ciento de los votos. Además, se convierte en la segunda fuerza en la Junta, una posición que había perdido en 2011. Y que tampoco había recuperado un año después, tras el adelanto electoral aprobado por el entonces presidente autonómico Francisco Álvarez-Cascos.

Pero lo más importante para los populares es que vuelven a ser el referente del centro-derecha en la región, después de la traumática ruptura y de la sangría de votos que les infligió Foro en las dos últimas convocatorias electorales. De todas formas, Mercedes Fernández no aprovecha la gran atomización del voto de la izquierda y, en principio, está abocada a ser durante cuatro años la líder de la oposición, a pesar de que ayer mismo anunció su intención de presentar su candidatura a la presidencia autonómica. Una operación en principio con pocos visos de prosperar debido a la abrumadora mayoría que suma la izquierda en la Junta General.