"Pese a que hoy en día no se ponen obstáculos a la inserción laboral, las chicas todavía tienen temor a elegir ciertas carreras". Esa es una de las reflexiones que hizo ayer la catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Oviedo, Carolina Martínez, durante una ponencia en el Colegio de Abogados de Oviedo. Martínez insistió en que la discriminación de género en el trabajo "existe" y que es un "fenómeno global". Como solución, abogó por "aplicar bien" la legislación y sensibilizar a la población. "Sabemos que las normas no cambian las actitudes ni garantizan que se acabe con el problema. Por eso, es importante crear conciencia. Todos tenemos esposas, hijas... Y nadie quiere que su esfuerzo sea valorado menos que el de los hombres", manifestó.

La catedrática de Derecho del Trabajo pronunció una charla bajo el título "Igualdad efectiva entre mujeres y hombres en el ámbito laboral", que se centró precisamente en lo contrario: la desigualdad. Carolina Martínez recordó que España es uno de los países de la Unión Europea que está a la cola en equidad salarial. "¿Por qué unas profesiones están mejor retribuidas que otras? La respuesta es compleja. Pero está demostrado que las femeninas están menos valoradas. Pongo como ejemplo la pesca. Una mujer que trabaja para una industria conservera gana menos que el tripulante de un barco aún estando en las mismas condiciones".

Martínez cree además que la incorporación al mundo laboral de la mujer estuvo frenada durante años por una "inercia social" que impidió el desempeño de ciertos oficios. "Pensamos que nuestro colectivo partió desde cero. Pero no es así; partió desde menos mucho. La lista de trabajos del que nos excluían en el pasado era enorme", señaló. La catedrática lamentó que esta discriminación siga produciéndose en la actualidad, aunque de una forma diferente. Por ejemplo con la carga doméstica.

"Ellas son las que más se implican en las tareas de la casa y en el cuidado de los niños. De ahí que tengan una inclinación hacia al sector público. Eso no quiere decir, que sueñen con ser funcionarias, sino que es la forma que tienen de conciliar la vida laboral con la familiar por las facilidades de horarios", sostiene. Precisamente esa característica es, en opinión de Martínez, la razón por la que las mujeres tienen carreras "más lineales y con pocos ascensos".