El Manchego, con la vuelta en casa, el reto del Avilés por la salvación

"Lo primero que tenemos que hacer es limpiar la cabeza y olvidar lo que ha pasado", asegura Jorge de cara a la ida, el domingo al mediodía

Los jugadores del Avilés hacen carrera continua en el entrenamiento de ayer en La Toba. | Mara Villamuza

Los jugadores del Avilés hacen carrera continua en el entrenamiento de ayer en La Toba. | Mara Villamuza / Noé Menéndez

Noé Menéndez

Noé Menéndez

El Avilés ya conoce a su rival a batir para seguir un año más en Segunda Federación. Los blanquiazules se medirán en el play-out al Manchego, conjunto ubicado en Ciudad Real que durante la temporada regular ha cosechado los mismos puntos que los avilesinos, 41 en 34 partidos. La eliminatoria empezará el próximo domingo a las 12.00 horas en el campo Rey Juan Carlos I se decidirá el siguiente fin de semana en el Suárez Puerta, en encuentro en el que los de Manolo Sánchez Murias se jugarán la vida ante su público.

Tras el tropiezo del domingo ante el Ourense, sumado a las victorias de Marino, Deportivo Fabril y Gimnástica, el Avilés se ha visto obligado a aumentar su campaña, teniendo que jugarse la salvación en el play-out. Tras el sorteo realizado ayer en Las Rozas, la suerte ha decidido que los avilesinos se midan al Manchego, equipo del Grupo 4 dirigido por Pato Graff, viejo conocido del sportinguismo. Además, en las filas del conjunto de Ciudad Real milita un jugador con pasado como blanquiazul, Gerard Barri, central que tan solo disputó 86 minutos con la camiseta del Avilés con Emilio Cañedo como entrenador.

"En las últimas jornadas están en mejor dinámica que nosotros, pero creo que ahora mismo eso no tiene mucha relevancia. Va a ser muy complicado", señaló Jorge Fernández, futbolista del Avilés, tras el primer entrenamiento de la semana, celebrado ayer lunes, centrado en recuperar piernas de cara al reto del domingo. "Lo primero que tenemos que hacer es limpiar la cabeza y olvidarnos de lo que ha pasado. Ahora tenemos una mini liga de quince días", afirmó el corverano, que cree que la salvación de los avilesinos es posible. "Simplemente tenemos que estar lo mejor que podamos, lo más cerca posible de nuestro nivel. Si todos lo conseguimos seguro que se ve un equipo más sólido", explicó el centrocampista, que quitó peso a que el encuentro de la ida se fuese a jugar en un campo sintético, ya que "entrenamos en esa superficie, estamos acostumbrados". "Sí que creo que la vuelta en casa puede ser positiva. Seguro que la gente va a responder, estamos muy agradecidos por todo el apoyo que nos dan y seguro que en la final del próximo domingo no va a ser menos", sentenció.

Ahora el pensamiento del Avilés solo está en superar las dos finales ante el Manchego para poder terminar una temporada que se ha alargado más de lo esperado. La gran duda para viajar a Ciudad Real es el estado del tobillo de Cortina, que se retiró lesionado en el duelo ante el Ourense y ayer no pudo entrenarse con sus compañeros. Su pareja en el doble pivote, Mecerreyes, tampoco se ejercitó con el grupo al sufrir unas molestias, pero todo apunta a que estará disponible para poder viajar hasta Castrilla-La Mancha. Raúl Rojas, que se lesionó hace tres semanas, realizó trabajo de recuperación junto a los titulares ante el cuadro gallego.

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