Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

La sociedad regional Vipasa no entregará las llaves de las nuevas viviendas sociales a la venta en el barrio candasín de Rebolleres hasta que las diecinueve sean adjudicadas. En la actualidad, sólo cuatro personas de las más de doscientas que solicitaron uno de los pisos han conseguido un crédito hipotecario para comprar a bajo coste estos inmuebles, que fueron sorteados hace un año. La situación en que se encuentran los pisos, vacíos tras un año y medio terminados, ha motivado las quejas de la Asociación de Vecinos de Candás, que llegó a pedir que se cambiase la certificación del suelo para que pudieran ser alquilados. No obstante, según aclararon desde la propia Dirección de Vivienda, aún hay noventa interesados más en la lista que no han sido llamados para ver si cumplen las condiciones.

Vipasa ha señalado a las entidades financieras encargadas de gestionar las hipotecas de los aspirantes a las viviendas como las causantes del retraso en la adjudicación y entrega de los pisos. Según aclararon desde la empresa de vivienda del Principado, «el retraso es por la gestión con los bancos de los aspirantes. La gente está pidiendo más del 80 por ciento del precio del piso a crédito y los bancos están reclamando garantías que retrasan el proceso y en algunos casos acaba por no fructificar».

Las viviendas de alquiler, situadas junto a las de compra, un total de 28, han resultado mucho más exitosas entre la población que las de compra. Los precios fijados para las rentas oscilan entre un mínimo de 177 euros mensuales para viviendas de una habitación, 221 euros como mínimo para las de dos habitaciones y 304 euros para las de tres habitaciones, dependiendo de la superficie de las viviendas. Por el contrario, los precios de las viviendas puestas a la venta tras el sorteo oscilan entre los 70.555 euros, para un piso de un dormitorio, y los 86.483 euros, para los de dos habitaciones, con plaza de garaje incluida.

La crisis económica ha condicionado de este modo el reparto de las viviendas sociales en Candás. Mientras que los pisos de alquiler fueron en seguida adjudicados -los vecinos entraron a vivir en julio de 2009-, los de compra permanecen vacíos, y así continuarán hasta que se concedan diecinueve hipotecas. «Noventa personas todavía tienen opciones de acceder a las viviendas», explicaron desde Vipasa, donde aclaran que los aspirantes que ya han obtenido el crédito no pueden entrar a vivir, «ya que no se puede constituir una comunidad de vecinos con sólo cuatro personas. Tendría que haber, por cuestión de gastos, un número más alto de propietarios. En cualquier caso, las normas establecen que deben adjudicarse en su totalidad para que puedan ser ocupados».

Así las cosas, los trámites podrían alargarse durante un año más, toda vez que a lo largo del último se ha consultado a una lista de más de cien personas, obteniendo cuatro respuestas positivas, y quedan cerca de otras cien por consultar.

Además, y respecto a la petición de la Asociación de Vecinos de Candás de modificar la calificación del suelo para poder entregar las viviendas en alquiler, Vipasa señaló que sólo podría efectuarse ese «complejo» cambio en el caso de no cubrir las plazas.