El monumento a la mina y la mar de Candás será reparado finalmente. Unos entibadores de las Cuencas contratados por el Ayuntamiento de Carreño trabajan ya en los maderos que simulaban la entrada a la mina, en el memorial dedicado por la villa candasina y el municipio de Langreo a las dos profesiones más tradicionales de Asturias. Con la reparación del monumento, que sufría de oxidación y putrefacción de la madera, el municipio pretende dar un impulso a la tradición de juntar durante las fiestas de San Félix a Carreño, Langreo y otros dos concejos, uno marinero y otro minero. El año pasado no se celebró el encuentro porque el monumento estaba en unas condiciones muy malas.

El trabajo de recuperación del mismo ha sido posible gracias a un acuerdo alcanzado por la concejalía carreñense de Cultura y una asociación de entibadores, formada por trabajadores del sector minero, especialistas, por tanto, en el trabajo de este tipo de estructuras.

El monumento original lo componen un armazón de madera que representa la entrada de una mina, y que aloja bajo su estructura un ancla de gran tamaño en representación de la mar. Cada año, por San Félix, los alcaldes de los ayuntamientos de Carreño y Langreo, como ejemplos de dos lugares donde las profesiones tradicionales fueron muy importantes, acudían a realizar una ofrenda floral al memorial, invitando, además, a otros dos municipios asturianos, uno costero y otro minero, a participar en el acto. Entonces se colocaba una placa con el nombre de esos dos nuevos concejos que representan la esencia laboral de la región.

El acto ya no se celebró el pasado verano por falta de interés, según llegaron a confirmar fuentes municipales, y el gobierno mostró su intención de no mover ficha para restaurar un elemento cuyo tratamiento podría llegar a costar en torno a 5.000 euros, según indicaron. Así, tras doce años de existencia, el homenaje a los trabajos más clásicos de los asturianos parecía abocado a su desaparición. Sin embargo, las quejas de los vecinos de Candás, canalizadas a través de la asociación de vecinos, dieron sus frutos.

«Recuperar el monumento es una medida acertada, era necesario, aunque parece que en un principio tenían la idea de dejarlo desaparecer», decía ayer el presidente de la asociación de vecinos de la villa, Luis Fernández. Según su opinión, no debía llegarse a esa situación, ya que el monumento de la mina y la mar «representa la historia del concejo, e incluso más, la de otros concejos con los que existen unos lazos visibles en las placas que decoran el emplazamiento del monumento».

El homenaje candasín a los oficios más tradicionales de Asturias surgió hace trece años, como una celebración más de las fiestas de San Félix, en la que la capital de Carreño acogía una ceremonia de homenaje a los marineros y mineros fallecidos en acto de servicio junto al monumento levantado en su honor. Ese homenaje podrá ahora seguir existiendo.