Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

«No preparamos nada para que se pudiera aparcar en San Antonio, ni hubo autorización para ello». El alcalde de Carreño, Ángel Riego, sale de esta forma al paso de las quejas de los vecinos por el estacionamiento de vehículos en la pradería de Gervasia, en San Antonio, el pasado día 1 de agosto, con motivo del Festival de la Sardina. «Otros años habíamos delimitado los accesos y acordonado la zona permitida para el estacionamiento», admite el regidor carreñense, que recalca que «no este año».

Así pues, quienes aparcaron el día de la Sardina en ese emplazamiento lo hicieron, según palabras del Alcalde, «por su cuenta y riesgo», por lo que se expusieron a ser sancionados. Según confirmaron ayer fuentes de la Policía Local, ningún vehículo estacionado en San Antonio fue multado. La queja elevada al Ayuntamiento por parte del colectivo vecinal denuncia que varias decenas de vehículos aparcaron en la zona hasta bien entrada la noche. Incluso, precisan, algunos ya estaban allí desde primera hora de la mañana.

Una de las principales preocupaciones de la Asociación de Vecinos era la integridad del parque escultórico que hay en San Antonio. «Los años que se permitió el aparcamiento las delimitaciones tuvieron como misión precisamente salvaguardar las esculturas», asegura Riego.