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Adiós a La Perla de Candás

"Siempre tuve en la tienda muñecos antiguos, libros y ropa que conseguía en los rastros", dice Laura Alonso, cuya jubilación cierra una etapa de 47 años

Aspecto que presentaba la tienda de la calle Braulio Busto en sus últimos días.

La comerciante Laura Alonso cumple 65 años el próximo 22 de mayo y cree que ha llegado el momento de jubilarse. Eso significará el cierre de uno de los establecimientos más emblemáticos de Candás, Novedades La Perla, situado en la calle Braulio Busto.

El escaparate de esta tienda de artículos antiguos provocó que en sus 47 años de vida consiguiera encandilar a cientos de niños, que se quedaban prendados de sus juguetes, algunos llamativos. "Cuando abrimos, en el año 1970, era una tienda de moda, de juguetes y calzado", explica Alonso, que en sus primeros años de negocio compartía mostrador con su madre, Amor Arias. Cuando ésta falleció, Alonso se hizo cargo del negocio que recibe el nombre de otro establecimiento leonés que su familia tenía entonces en su ciudad natal.

"Cuando a mediados de los ochenta me hice cargo de la tienda comencé a incorporar mucho juguete antiguo y poco a poco fue a más. Siempre tuve muñecos antiguos, libros y ropa que conseguía en mi peregrinaje a los rastros", destaca la comerciante, que ya ha comenzado a retirar todos los artículos de la tienda.

La candasina Inés Álvarez es de las más rezagadas. Vio hace días dos bolas de cristal de nieve para sus nietos Carla García y Ángela Martínez y el pasado viernes acudió a La Perla para adquirirlas. "Me da pena que se cierre esta tienda, es de toda la vida. Siempre hubo de todo: juguetes, mandilones, zapatillas, ropa de señora, de niño...", indica la vecina de Candás al tiempo que conversa con la propietaria de La Perla.

Laura Alonso cerró ya su tienda en Braulio Busto, pero sigue vendiendo artículos a través de internet en la página web "todocolección". También tiene pendiente abrir un blog, "El desván de Inés", para ofertar sus joyas. Una de esas "joyas" encontrada en el rastro de Oviedo y vendida a través de internet le reportó más de 2.000 euros. Se trataba de un libro del siglo XVII para ahuyentar maleficios.

El negocio de Alonso siempre abrió sábados y domingos, y desde su ubicación vio cómo cambió Candás a lo largo del último medio siglo. "Antes no existían los edificios altos y ahí, -señalando a una pescadería cercana a La Baragaña- estaba el cuartel de la Guardia Civil", detalla la comerciante a días de jubilarse, mientras empaquetaba los artículos que no consiguió vender para guardarlos en un almacén. "Ahora me toca disfrutar de los nietos -Samuel e Inés Suárez- y calculo que para el verano tendré todos los artículos colocados", indica la propietaria de Novedades La Perla.

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