El administrador de fincas que supuestamente estafó a medio centenar de comunidades de propietarios tenía un modus operandi similar a la hora de "desfalcar" dinero de los afectados, según describen los vecinos. Muchos hablan de M. D. A. como un hombre "con mucha labia" que apenas convocaba reuniones en los portales que gestionaba. También dicen que solía realizar transferencias bancarias de una comunidad a otra con los ingresos que los vecinos aportaban mensualmente. En ese vaivén de cifras de una cuenta a otra había ocasiones en que cursaba transferencias a la empresa de la que era administrador único. Los afectados critican, además, que M. D. A. llegó a falsificar firmas de los presidentes de las comunidades de propietarios con autorizaciones para disponer libremente del dinero depositado en las cuentas. Cuando, por ejemplo, tenía que hacer trámites ante la administración para solicitar licencia para habilitar un ascensor en un bloque de pisos, "no lo hacía y debía quedarse con el dinero".

M.D.A. es natural de Langreo, reside en Luanco, está casado y tiene dos hijos. Montó su asesoría en Candás hace algo más de cinco años y, según fuentes consultadas, no está colegiado como administrador de fincas.