La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Con Alberto García se va un candasín que deja una huella imborrable", llora la villa

"Fue un hombre de época que con su trabajo se ganó el respeto y el cariño de sus vecinos", dicen del cofundador de Sofeca sus amigos

Alberto García, junto a obras de Antón, en su domicilio de Candás. ALEJANDRO DE LA FUENTE

Candás llora la pérdida de "un candasín de época". "Uno de esos hombres que se sacrificó por su pueblo" y que "deja una imborrable huella". Dicen los de Candás de toda la vida que el sábado, con la muerte de Alberto García, "se fue uno de los pilares de la sociedad local". Y es que el que fuera cofundador de la Sociedad de Festejos de Candás (Sofeca) y uno de los que más trabajó por difundir la obra de su tío, el célebre artista Antón, se ganó a pulso el cariño de sus vecinos: "Tenía un gran sentido del humor y se hacía querer".

"Fue un hombre que, junto a un grupo humano excelente, trabajó mucho por Candás y por sus fiestas, lo que le valió para ganarse el apoyo y respeto de sus vecinos", recuerda Tito Aramendi, hijo del que fuera cofundador junto a García de Sofeca, Cipriano Aramendi "Panín", para quien la labor de su padre y del recientemente desaparecido fueron una inspiración: "Sus consejos y ejemplo me sirvieron para fundar Candás Marinero".

También le recuerda con cariño Marcelino García "El capacho", coordinador del porfolio de las fiestas del Cristo, en el que el fallecido colaboró intensamente. "Fue un hombre sensato; un buen gestor con el que siempre se podía contar. Con Alberto muere un candasín entusiasta involucrado en la vida de su pueblo", asegura.

Tras su jubilación García se dedicó en cuerpo y alma a promocionar la obra de su tío Antón, y su vinculación con el museo fue siempre muy estrecha. "Estaba siempre al pie del cañón y trabajando por difundir la obra su tío. Fue un ejemplo y el aliento que nos daba la fuerza para seguir trabajando", lamenta la directora del museo, Dolores Villameriel, directora del museo, para quien García era "una persona 10".

Compartir el artículo

stats