Mieres del Camino, J.Á.G.

La librería Gizzmo de Mieres acogió la presentación del manga «Gears» de Angye Fernández y Simon Brand. La obra sigue los parámetros propios de los mangas japoneses para adultos, si bien guarda la particularidad de que los autores son asturianos. Para Angye Fernández es «una oportunidad para los que dibujan manga sin ser japoneses». Glénat es la editorial que publica el libro y ha sido una apuesta muy interesante según los autores de «Gears». El acto formó parte de la programación del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

«Éste no es mi primer proyecto», se presentó Angye Fernández, quien a los dieciséis años publicó su primer cómic, un manga en asturiano titulado «La maldición» (primer manga en lengua asturiana además) y que conocería una traducción al castellano bajo el título de «Catuxa, la bruja». Más tarde, ha realizado diversos trabajos, entre los que destacan las ilustraciones del cuento infantil «Momotaro, el niño melocotón» de Satori Ediciones.

«El manga trata de un joven llamado William Gears, avanzado para la época, primeros años del siglo XX, y su pensamiento no simpatiza mucho con el mundo y se recluye para investigar sobre la creación de autómatas. Luego el protagonista secuestra a una chica para desarrollar el autómata perfecto, y no voy a contar más porque sería destripar el manga», explicó Simon Brand. «Además, es muy excéntrico y egoísta, sin amigos, y la evolución del personaje está marcada por permanecer junto a la chica, con lo que gana en calidad humana. Por su lado, la chica es una niña de papá, muy bella, sin evolución psicológica, fruto de una educación victoriana y machista, pero que quiere ser más libre, tomar decisiones».

Esta obra se enmarca en el subgénero «steampunk» que, según los autores, «consiste en ambientar la historia en la época victoriana, en Inglaterra, o cuando la tecnología consistía en la mecánica de vapor, y a partir de ahí desarrollar avances científicos al margen de la realidad histórica», dijo Angye Fernández. La línea que sigue el steampunk es la propia de películas como «Wild Wild West» o «Sherlock Holmes».

El tamaño de la historia, limitada a un tomo único, depende del futuro éxito del libro. «Creo que hemos aprendido mucho con este trabajo», resumió la dibujante, que tiene un proyecto futuro sobre un tema de crítica social.