Cuando todo falla, siempre queda la estrategia. El Sporting volvió a echar mano de su potencial a balón parado para arañar un punto en Santa Cruz de Tenerife que le permite encadenar su decimonovena jornada invicto y le mantiene segundo, en puesto de ascenso directo. Los rojiblancos exprimieron de nuevo su recurso preferido para sumar y sobreponerse a una primera parte para el olvido en la que estuvieron lejos de la intensidad y claridad ofensiva que le han caracterizado a lo largo de la temporada. El Tenerife, liderado por un Suso Santana descomunal que volvió a abrir la herida en el lateral izquierdo, puso contra las cuerdas a los de Abelardo antes de que Dani Ndi se sacara un reverso mágico para definir uno de los atajos básicos del Sporting: saque de banda en largo de Luis Hernández y balón peinado de Bernardo.

Habrá que sumar un año más a los diez que llevaba el Sporting sin ganar en el primer partido liguero del año antes de visitar el Heliodoro Rodríguez López. Un campo que volvió a destapar la fragilidad del lateral izquierdo rojiblanco y los problemas a los que debe acogerse este Sporting cuando no sale a cañón. Las dudas en la primera parte, alimentadas por la velocidad del hábil Suso Santana, no llegaron a disiparse del todo hasta después del descanso. En cualquier caso, el oficio mostrado por los guajes del Pitu para encontrar la forma de meterle mano al partido, subraya uno de los méritos que permiten aumentar la leyenda en forma de jornadas invicto. La estrategia no es una sorpresa ni para el sportinguismo ni para los rivales, que por mucho que estudien al Sporting, siguen sin ponerle freno. En una semana en la que lo extradeportivo volvió a ser noticia por la denuncia de la plantilla para cobrar la ficha correspondiente a la pasada campaña, el equipo puede presumir de sumar una semana más en puestos de ascenso directo, aunque el líder, Las Palmas, se escape ahora a dos puntos. El parón navideño podría haber pasado alguna factura más cara, pero sumar fuera de casa cuando falta el mejor fútbol no está al alcance de muchos.

Ndi se estrenó como goleador tras un saque de banda de Luis Hernández

El peor Sporting de la temporada apareció en la primera parte. Un Sporting con dudas, al que se le escapaba cada control y que peleaba cada balón con la incertidumbre de no saber qué había cambiado para que no salieran las cosas como siempre. Los rojiblancos hacían crecer a un Tenerife liderado por Suso Santana. El chicharrero se hinchó a buscar la espalda de Isma López, la zona por la que el conjunto de Cervera centró todos sus ataques. Y es que cuando el equipo deja de funcionar, el punto débil de los de Abelardo se acentúa. Suso Santana, quién si no, protagonizó la acción que abrió el marcador. Astuto, el chicharrero esperó la llegada por su espalda de un acelerado Lora. El mostoleño tocó balón al mismo tiempo que barrió al rival en la frontal del área. Diego Ifrán se frotaba las manos, y el uruguayo demostró poco después el por qué. Su medido envío por encima de la barrera puso en ventaja al Tenerife. Apenas se había disputado un cuarto de hora de juego, y los canarios fueron a por más. El Sporting sólo respondió a tirones, guiados por un Carmona que no conectaba ni con un desaparecido Ndi ni con Guerrero, superado por el debutante y juvenil Jorge Sáenz. Mantener el marcador hasta el descanso fue lo mejor para un Sporting herido. La estrategia resucitó a las rojiblancos. Luis Hernández volvió a sacar pasear la catapulta, y en un largo saque de banda con destino Bernardo, el colombiano peinó para que Ndi resolviera los problemas. El camerunés controló con el pecho, de espaldas a la porteria, y engatilló a la red. El tanto, el primero que marca estacampaña, dedicado al utillero Jorge Luis García, que perdió a su padre recientemente. Empezó entonces otro partido, con un Sporting más valiente que se jugó con el Tenerife un doble o nada a la contra. Abelardo sacó a Pablo Pérez para tener más el balón en ataque, mientras que puso a Jony de lateral para vigilar a Suso y dar entrada a Juan Muñiz en lugar de Isma López. Apretó más el conjunto rojiblanco, que gozó de las ocasiones más claras en la última media hora y pudo marcar si Rivero no despeja en la línea otra estrategia (saque de esquina en esta ocasión) que se iba para dentro. Y tras éste tú a tú, jaleado por el Heliodoro Rodríguez López, los rojiblancos continuaron sin conocer qué equipo lograra superarles.