Oviedo, L. G.

Liberbank y otras entidades financieras (BMN, Cajatres y CEISS) formalizaron ayer el traspaso de sus activos inmobiliarios a la sociedad Sareb, conocida como «banco malo» y encargada de asumir las propiedades inmobiliarias (viviendas y solares) y los préstamos a promotores que lastran los balances de la banca acogida al programa de reestructuración financiado con el rescate europeo. La entidad participada por Cajastur cede activos por los que recibe del «banco malo» 2.917,9 millones tras los descuentos aplicados por Sareb, sociedad cuyo régimen de funcionamiento ha provocado dentro y fuera de Asturias confusión y dudas.

La cesión de activos a Sareb es uno de los hitos en el plan de recapitalización de Liberbank, que al mismo tiempo prepara su salida a Bolsa para antes de junio. Mediante la operación, el banco de Cajastur podrá elevar su capital en unos doscientos millones de capital, cuando en un principio se había calculado entre doscientos cincuenta y trescientos millones. Según una versión que ninguna fuente oficial ha querido confirmar, ese descenso obedecería a que los descuentos aplicados por el «banco malo» sobre el valor de los activos en la contabilidad de las cuatro entidades citadas han sido más exigentes que los sufridos por Bankia y los demás bancos nacionalizados.

Los bancos tendrán que tapar esos descubiertos y en esa medida el traspaso al «banco malo» conlleva para las entidades pérdidas que lastrarán en los próximos meses sus cuentas de resultados. Pero al mismo tiempo la operación permite liberar capital al reducirse los activos «tóxicos» o de riesgo. Esto es, las entidades tienen un menoscabo de su rentabilidad a corto plazo, pero limpian sus balances.

La cesión de activos se ha concretado mediante la firma de un contrato que tendrá efectos a partir del próximo 28 de febrero. Desde esa fecha, los pisos, los solares y los préstamos vinculados al sector inmobiliario (crédito a promotores, no hipotecas a particulares) pasan a ser propiedad del «banco malo».

Ahora bien, esos activos seguirán siendo gestionados por las entidades de origen mediante un contrato con Sareb y a cambio de una comisión. Ese modelo de trabajo ha generado dudas e incertidumbres entre los promotores, incluidos los asturianos. Las primeras dificultades se han producido en las semanas previas. Según fuentes del sector, los bancos implicados han paralizado en este tiempo cualquier decisión relativa a los préstamos que iban a ser traspasados. Ese problema ha podido afectar a gestiones como el acceso a crédito para pagar a proveedores de promociones en curso o a la formalización de compraventas de vivienda nueva, trámite en el que participa el banco financiador, indicaron las fuentes citadas.

A escala nacional, el funcionamiento del Sareb ha comenzado también rodeado de confusión. Las dudas vienen por el modelo: Sareb pasa a ser titular de los activos y tomará las decisiones (al menos las de mayor alcance), pero la gestión del día a día seguirá correspondiendo por contrato a los bancos actuales. Esto es, en el caso de Liberbank los particulares involucrados tienen que dirigirse para sus gestiones al personal del banco liderado por Cajastur, pero según qué asuntos dependerán a la postre de una decisión que dependerá de Sareb.

Ese régimen de funcionamiento ha hecho temer, por ejemplo, que se produzcan retrasos en la concesión de avales o créditos o que se vuelva más problemática la renegociación de los préstamos ya en vigor. En el ámbito empresarial se da por hecho que el funcionamiento del «banco malo» supone el fin de las refinanciaciones que han sostenido a ciertas empresas. Su caída se precipitará, según esa tesis. No obstante, las fuentes consultadas matizaron que el ajuste que ya se ha producido en el sector hace que sean muy pocas las promotoras que a estas alturas pueden estar en esa situación. Se presume también que el conjunto de las entidades que reciben alguna ayuda de Bruselas cortará de raíz la concesión de nuevos préstamos para edificar.