Liberbank cerró el primer semestre del año con un beneficio de 52 millones de euros, frente a los 21 de un año antes, lo que significó un incremento del 152%. Los activos líquidos del grupo ascendieron a 7.841 millones, lo que según la entidad, le permite tener cubiertas las necesidades de financiación mayorista de los próximos años. La exposición al riesgo inmobiliario se redujo hasta situarse en el 2% sobre el crédito. La tasa de morosidad fue del 8,2%, casi tres puntos por debajo de la media -excluyendo el Esquema de Protección de Activos-.

El banco que capitanea Cajastur, y en el que están integrados Caja Extremadura y Caja Cantabria, da por «ejecutado y culminado el proceso de recapitalización y las medidas previstas en su plan de reestructuración» pactado con Bruselas.

El margen de explotación de la entidad -antes de saneamientos y pérdidas por deterioro- fue de 221 millones de euros, lo que supone un incremento del 22,5% en un momento de tipos de interés bajos y de atonía en el mercado.

El saneamiento del grupo ascendió a 190 millones de euros, frente a los 72,8 de un año antes. Este aumento se debe a que la entidad ha anticipado dinero para asegurar su solvencia ante futuras exigencias «que podrían derivarse de los nuevos criterios regulatorios de créditos refinanciados».

El margen de intereses se redujo un 21%, hasta los 220 millones, debido, según el banco, a la rebaja del precio del dinero durante 2012 (se traslada con retrasos) y en menor medida, a la contracción del volumen del negocio bancario, «una parte de la cual se debe al impacto del traspaso de préstamos promotores a la Sareb» -banco malo-.

Liberbank concedió hasta junio 737 millones de euros en nuevos préstamos, en un total del 17.797 operaciones. El crédito se redujo un 4,3%, debido a la política de reducir la deuda y a «la baja demanda del mercado», según el banco.

Los recursos de clientes (incluyendo depósitos, financiación subordinada, fondos de inversión, etcétera) ascendieron a 28.971 millones, el 0,5% menos que un año antes.