La figura del aprendiz volverá a las empresas asturianas del metal el próximo año. El nuevo programa de formación profesional dual, ya no ligado a los "ninis" como en la fallida anterior iniciativa del Principado, comenzará en 2018 con 100 alumnos, que a partir del segundo año pasarán tres días a la semana en los talleres de las empresas y dos en los centros de formación, y cobrarán un sueldo.

María Pérez, secretaria general de la patronal Femetal, adelantó ayer las líneas maestras del nuevo programa de FP dual. Fue durante un coloquio en el RIDEA sobre las perspectivas del sector metalmecánico en Asturias. Los dos conferenciantes, Belarmino Feito, presidente de Asturfeito, y Julio Martín, director general de Idesa (grupo Daniel Alonso), se refirieron a la necesidad de rescatar la figura del aprendiz para acabar con la falta de personal especializado en los talleres a pesar de las altas tasas de desempleo en la región. "La recuperación de la figura del aprendiz es imprescindible, tenemos que tomarnos este tema en serio porque puede ser un cáncer para la competitividad de la industria asturiana", señaló Belarmino Feito, que en su empresa tuvo que traer ajustadores de países del Este por falta de mano de obra especializada en la región. "En regiones en las que he trabajado, como en Galicia, la FP dual funciona, eso sí, las empresas tienen que gastarse dinero", señaló Julio Martín, que inició su carrera en la industria como aprendiz.

En la sala se abrió un debate sobre las carencias de la FP dual en Asturias y "la mala experiencia" del programa anterior en el metal ligado a la garantía juvenil, en el que sólo se permitía contratar a jóvenes que ni estudiaban ni trabajaban. Entre el público estaba la directora general de Femetal, María Pérez, que destacó que desde el sector del metal se está trabajando con la Consejería de Educación "y en 2018 va a comenzar una formación profesional dual en cinco especialidades que se desarrollará en alternancia, tres días a la semana en la empresa y dos días en el centro de formación a partir del segundo curso y que tendrá una duración de tres años". Pérez adelantó que comenzará con 100 alumnos.

Antes de centrarse en la formación, los dos ponentes habían disertado sobre las carencias y retos del sector metalmecánico. Feito enumeró cinco amenazas para la competitividad de las empresas (ausencia de un marco regulatorio medioambiental asumible y estable; falta de unos costes energéticos competitivos y predecibles; desequilibrios territoriales en la fiscalidad; carencias en la conectividad aérea, ferroviaria y marítima, y escasez de mano de obra cualificada) y destacó necesidad de un pacto por la industria para superarlas.

Por su parte Martín destacó como los principales retos del sector asumir la globalización de los mercados; afrontar la cuarta revolución industrial evolucionando hacia la industria inteligente; gastar en I+D+i no sólo para mejorar los productos sino también los procesos de fabricación, y digitalizar las empresas en todos los ámbitos "para que no nos lleve el tsunami".