Luján PALACIOS

«¡Que me lo quitan de las manos, señora! ¡Tenemos precios anticrisis!». Los alumnos de los centros educativos que ayer participaron en el XI Mercado de cooperativas en la plaza Mayor no sólo dominan el proceso de producción y puesta en marcha del negocio, también tienen controladas las técnicas de venta a pie de calle. Ayer lo demostraron en una más que concurrida sesión con cientos de visitantes a los puestos durante toda la mañana, en la que las ventas fueron «muy bien desde primera hora».

Un total de 1.102 alumnos de 26 centros educativos (24 de Gijón y 4 de Villaviciosa), asociados en 59 cooperativas, sacaron a la calle lo mejor de sus producciones artesanales: desde llaveros de cuero hasta collares, pendientes, anillos, camisetas estampadas a mano, diademas para el pelo, marcapáginas, bolsos, maquillajes, jabones, espejos, plantas y hasta quesos y mermelada.

«Nos está yendo muy bien, estamos muy contentos porque hay mucha gente y casi todo el mundo compra», resumían con desparpajo los alumnos del Colegio La Salle. Nerea Contreras, Rebeca Domínguez, Selene Canal, Tania Mínguez y Javier Campos ofrecían en su puesto bisutería «hecha por nosotros mismos y con la ayuda de una profesora», un proyecto en el que llevan trabajando «desde el pasado mes de enero, le hemos dedicado mucho tiempo», afirmaban.

Unos puestos más adelante, los estudiantes del IES Fernández Vallín ofrecían productos de Murcia, enviados por un centro «con el que tenemos un intercambio, y ellos nos venden sus productos». Alcaparras, anchoas y aceites, «a muy buen precio», subrayaban Natalia Marcelino, Nicole Abad, Pablo Llorente y Douglas Dosantos, alumnos «de cuarto A».

En el Emilio Alarcos se vendían cestas de jabones, «muy guapas y muy baratas», aseguraba Deva Menéndez. Con la recaudación «nos iremos a comer algo por ahí o al cine». Otros centros, como el Colegio San Lorenzo, destinarán parte de sus ingresos a Malí, mientras que los alumnos del Sanatorio Marítimo o del Ángel de la Guarda de ASPACE daban rendimiento a los trabajos que hacen a lo largo de todo el año. Broches, pendientes, collares y pulseras les servirán para costear actividades de ocio para todos los alumnos.

Con este mercadillo se puso el colofón a las actividades de orientación, información y práctica para jóvenes emprendedores desarrolladas durante todo el curso para alumnos a partir de 8 años dentro del programa de fomento de la cultura emprendedora del Principado de Asturias, de la mano de la Ciudad Tecnológica Valnalón.

El esfuerzo y la imaginación tuvieron su recompensa en un día de lleno total para demostrar que la iniciativa exitosa no entiende de edades.