Habla la víctima de la brutal paliza de El Llano: "No recuerdo nada, pero espero que se condene a los responsables"

"Estoy bien, me he recuperado al cien por cien", afirma Manuel Acuña, el camarero apalizado por tres jóvenes, antes de declarar ante la jueza

A la derecha, Manuel Acuña llegando esta mañana al Palacio de Justicia de Gijón

A la derecha, Manuel Acuña llegando esta mañana al Palacio de Justicia de Gijón / Ángel González

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Llegó sobre las once de la mañana, acompañado por su padre, que ha estado con él en todo momento, su abogado, y un amigo y declaró ante la jueza de instrucción número cinco que no recuerda nada de lo que sucedió la madrugada del Viernes Santo. Manuel Acuña, el camarero de 34 años que fue brutalmente apalizado presuntamente por tres jóvenes en El Llano, acudió este jueves al Palacio de Justicia para prestar declaración, tras haber recibido el alta del HUCA hace pocos días y tras haberse recuperado prácticamente del todo de unas lesiones que le dejaron en coma inducido. Lo que dijo la víctima, que accedió a hablar con LA NUEVA ESPAÑA, en sede judicial fue que no tiene recuerdos de lo sucedido. "Estoy bien, pero no recuerdo nada de lo qué paso", aseguró Manuel Acuña, en los juzgados, donde también declararon varios testigos de la paliza.

Una paliza que se produjo en la calle Juan Alvargonzález, en el cruce con la avenida Schulz, a las cinco de la madrugada del pasado 29 de marzo, y por la que hay tres jóvenes investigados por un delito de robo con lesiones. Uno de los jóvenes se encuentra en prisión provisional por estos hechos, mientras que otro quedó en libertad con cargos. Hay un tercero, menor de edad, que ingresó en el centro de menores de Sograndio. Están acusados, por ahora, de un delito de robo con lesiones puesto que, además de la paliza, robaron un reloj a la víctima que pudo ser recuperado por la Policía Nacional tras la detención.

Acuña contó a la jueza que no tiene recuerdos de la noche en la que le pegaron. "Me acuerdo cero", expresó. El joven llegó al Palacio de Justicia aún con signos de los golpes recibidos. Tenía una pequeña brecha en la frente y, según comentó su abogado, fruto de los golpes, muchos de ellos patadas en la cabeza cuando ya se encontraba tendido en el suelo, tiene lesiones en la boca y rotos algunos dientes. Además del reloj, fruto de la agresión, se rompió su teléfono móvil. Ha tenido que cambiar además de número. Más allá de ello, Acuña expresó que se encontraba bien, dentro de lo sucedido. "No tengo secuelas. Me encuentro bien", dijo. "Me he recuperado al cien por cien. Voy poco a poco, pero estoy bien", agregó en el juzgado. A consecuencia de la agresión, sufrió un fuerte traumatismo craneoencefálico por el que perdió el conocimiento. Los médicos que fueron en su auxilio decidieron, en consecuencia, evacuarle directamente al HUCA en una UVI Móvil.

Su padre, un conocido hostelero del barrio de El Llano, acudió al lugar de la paliza alertado por un vecino, que presenció lo sucedido desde su balcón. Este vecino, además del sereno, José Manuel González Dou, que el día después relató a este periódico la agresión, pasaron este jueves por sede judicial para contar lo que vieron sus ojos. La intervención de este vecino y de González Dou, que fue el que llamó a la Policía, fue clave para poder detener en tiempo récord a los tres responsables.

Acuña se encuentra ahora en su casa y dice sentirse con fuerzas para afrontar los meses próximos hasta que se celebre el juicio. "Estos meses que vienen los afronto relajado. Voy poco a poco", incidió en el Palacio de Justicia. "Vamos a ver qué es lo que pasa, pero quiero que se condene a los responsables por lo que me hicieron", puntualizó la víctima de un caso, que, por su crudeza, recordó a otros que han tenido lugar recientemente en Gijón como fue la muerte de José Antonio Justel Alonso en Fomento, el pasado mes de noviembre. Afortunadamente, Acuña tuvo mucha mejor suerte que el cartero leonés, que murió en el HUCA al poco de ingresar, donde había llegado ya en muerte cerebral. Dejó huérfano a un pequeño de seis años. Por esa causa, hay un implicado en prisión provisional, Bryan H. M., que habría sido el autor de los golpes que mataron a Justel Alonso, y Adrián G. G., que salió de la cárcel en libertad provisional, al no haber atacado a la víctima.

El caso de El Llano recuerda también al de Fomento no solo por su brutalidad, sino porque también, a la luz de lo que han declarado los testigos, parece que no todos los investigados tuvieron la misma implicación. El joven que se encuentra en la cárcel y el que está en el centro de menores se habrían empeñado con más contundencia que el que quedó en libertad. Lo que explicaron en sede judicial fue que, como desveló este medio, no se conocían de nada con la víctima y que tuvieron con ella un encontronazo previo que les llevó a tener una reacción desaforada. Por ahora, están investigados por un delito de robo con lesiones, sin perjuicio de que la calificación provisional de los hechos pueda cambiar a medida que se avance en la misma. Manu Acuña tiene un abogado por lo que ejercerá la acusación particular contra los tres jóvenes, que esperan, cada uno en una situación diferente, a conocer cómo avanza su estado en los próximos meses y a que penas de cárcel se enfrentan, así como a qué indemnización deberán hacer frente si son finalmente condenados.