Jerusalén

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, confirmó ayer que EE UU dará a su país 30.400 millones de dólares en ayuda militar en los próximos diez años porque «está comprometido a mantener la superioridad militar» del Estado judío. «No hay duda de que supone una mejora significativa en el presupuesto de defensa», apuntó el jefe del Gobierno.

Esta cantidad supera en 9.100 millones de dólares la ayuda militar a Israel en el último decenio, lo que supone un aumento de casi un 43 por ciento. Olmert precisó que la cantidad fue acordada en su encuentro privado con el presidente Bush.

La suma forma parte de un paquete de la Casa Blanca de entregas masivas de armamento avanzado y fondos a sus aliados en Oriente Medio para hacer frente al creciente poderío militar iraní. Olmert dio su beneplácito a que Estados Unidos entregue armas a Arabia Saudí, a lo que se oponía desde hace tiempo.

El proyecto para la venta masiva de armas avanzadas a países del golfo Pérsico ha topado con el rechazo de muchos congresistas que desconfían de Arabia. Algunos recordaron que el rey Abdalá bin Abdelaziz ha calificado la presencia de las fuerzas estadounidenses en Irak de «ocupación ilegal» y consideran insuficientes las medidas adoptadas por los saudíes contra terroristas suicidas que han acabado cometiendo atentados en Irak, donde ayer fallecieron otros dos soldados norteamericanos.

Los secretarios de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, y de Defensa, Robert Gates, emprenden hoy una gira por Oriente Medio en busca del apoyo de los estados árabes a Irak y a una conferencia de paz entre israelíes y palestinos.

Mientras, Israel permitió ayer que más de un centenar de palestinos comenzaran el viaje de regreso a la Franja de Gaza, casi dos meses después de que Hamas ocupara esta región costera y del consiguiente cierre de la frontera con Egipto.

Por otra parte, el primer ministro británico, Gordon Brown, expresó ayer su deseo de construir una relación firme con EE UU, con el que el Reino Unido comparte «valores comunes de libertad, oportunidad y dignidad del individuo». En una declaración, con motivo de su primera reunión anoche con el presidente Bush, Brown dijo que el vínculo con Washington representa la «relación bilateral más importante» para su país. Con esta declaración, Brown -que sustituyó a Blair el pasado 27 de junio- pretende despejar las dudas en torno a su relación con EE UU, después de que el ministro británico de Cooperación Internacional, Douglas Alexander, sugiriera recientemente que el Reino Unido apoyaría un vínculo distinto con Norteamérica.

A esto se añade la aparente preocupación en Washington por la decisión de Brown de nombrar a Malloch Brown, ex subsecretario general de la ONU y crítico de la Administración de Bush, como viceministro de Asuntos Exteriores.