Ecomuseos, reutilización de espacios industriales, selección de elementos valiosos y funcionamiento en red. Para el geógrafo Faustino Suárez Antuña son "bombas recurrentes" que se utilizan en neutra región para hablar de patrimonio industrial, pero generalmente no se llevan a cabo. Así lo expresó en la charla "De la producción a la protección. Arqueología y patrimonio industrial", impartida en el Aula La Plaza de Sotrondio. La actividad formaba parte del ciclo de conferencias que anualmente organiza la Asociación de Antiguos Alumnos de la Academia Juan José Calvo Miguel en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas. En el acto participó Enrique Fernández, alcalde de San Martín del Rey Aurelio, que hizo mención en la presentación al pozo Sotón, que cumple cien años y es "un patrimonio industrial muy valioso con reconocimiento nacional e internacional".

El geógrafo Faustino Suárez comenzó su intervención recordando que "somos la primera generación que ha trabajado en unos espacios y luego ha tenido que protegerlos". Destacó que el Principado de Asturias es la única comunidad autónoma que lleva el patrimonio industrial en su estatuto de autonomía. Y explicó al numeroso público presente en la sala los conceptos referidos a la arqueología y patrimonio industrial, que se suelen usar como sinónimos. El uso del concepto arqueología industrial proviene del ámbito inglés, mientras que patrimonio industrial procede del ámbito francés. El campo de juego para el patrimonio industrial está delimitado por el registro, la preservación en casos escogidos y la interpretación de los sitios, estructuras de la temprana actividad industrial y particularmente los monumentos de la revolución industrial.

Señaló que la conciencia por el patrimonio está fechada en 1955 cuando se generó en Londres una corriente ciudadana para el mantenimiento del pórtico de la estación de tren de Euston. Este hecho marcaría el devenir del campo porque "en la arqueología industrial siempre vamos detrás de un derribo que casi nunca se consigue parar". Las situaciones que se producen "suelen ser problemas de posicionamiento político". Algo que se da con más frecuencia en nuestra región donde "la preservación del patrimonio se encuentra con la indiferencia de los partidos políticos y sindicatos, a diferencia de Cataluña y País Vasco donde no hay fricciones entre lo rural y urbano". En el recorrido histórico comentó que en los años 60 y 70 del pasado siglo surge un aspecto más integrado con una aproximación material y cultural de la historia. En la actualidad se amplía el trabajo al estudio de los elementos, a una cultura y un pueblo ligado a la industrialización y por eso el concepto utilizado es "paisaje cultural", una categoría de protección industrial de la UNESCO, que ya presentó en 1982 la base de datos de sitios y bienes industriales.

La protección

En 2001 entra en vigor una Ley del Principado de Asturias sobre Patrimonio Cultural, que considera al patrimonio industrial y documental como nuevo bien cultural, estableciéndose las normas para su conservación. Son tres los ámbitos de protección, siendo el primero el Bien de Interés Cultural (BIC) en el que aparecen inscritos los bienes más relevantes del patrimonio cultural que incluyen zonas arqueológicas, monumentos, conjuntos, sitios y vías históricas. En la lista están los pozos Santa Bárbara y San Luis y ahora el Sotón. El segundo es el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA), en el que aparece el pozo Cerezal de San Martín del Rey Aurelio. Y el tercer ámbito es el de los Catálogos urbanísticos que hacen los Ayuntamientos de acuerdo a la legislación urbanística. Esos catálogos han planteado muchos problemas "por falta de interés, desigualdades, procesos dilatados y falta de homogeneidad".

A lo largo de su intervención insistió en la falta de trabajo en red de los equipamientos regionales vinculados al patrimonio, "algo que nos diferencia de Cataluña, donde con espacios y museos menos importantes que los nuestros están empaquetando y vendiendo un paquete de patrimonio industrial en red". En ese sentido, concluyó diciendo que "el Museo de la Minería debería ser la cabecera de la red de Museos Industriales de Asturias".