El 26 de marzo del año pasado se iniciaba el proceso de presentación de solicitudes para optar a 27 viviendas de protección oficial en la villa de Arriondas, concretamente en el barrio de El Barco, junto al área escolar de la capital parraguesa. El 23 de noviembre del mismo año 2012 se celebró por todo lo alto, en el salón de actos de la Casa municipal de Cultura Pérez Galdós el preceptivo sorteo de las susodichas viviendas, a las que aspiraban nada menos que 109 personas. Al día de hoy, ya en los coletazos del mes de abril de 2013, las viviendas continúan sin ser ocupadas por sus respectivos adjudicatarios y sin tener constancia de cuándo podrán hacerlo.

El drama de los desahucios nos bombardea un día sí y otro también por todos los canales informativos de este país, mientras que en Arriondas la gente sigue muy pendiente de que Vipasa -entidad adscrita al Principado de Asturias- acabe, definitivamente, de dar de paso el inmueble de la calle El Barco en el que se asientan las 27 viviendas sociales sorteadas y que los afortunados disfrutarán, si nada se tuerce, en régimen de alquiler. Un edificio en cuya planta baja se preveía ubicar las dependencias del cuartel de la Guardia Civil, salvo que el asunto haya tomado otro giro bien distinto en los últimos tiempos.

Parece increíble la pasmosa lentitud de la Administración regional a la hora de proceder al desbloqueo de un tema tan sensible como es la entrega de unas viviendas a las clases más vulnerables, en este caso concreto en el concejo de Parres. Por un lado, es digno de aplaudir que se destinen ayudas públicas para construir casas de ese tipo en los lugares donde existe una notable demanda, sin distinción de ideologías; aunque, por otra parte, resulta a todas luces chocante que, tras finalizarse la promoción hace bastante tiempo, las familias acuciadas por la falta de una vivienda se vean en la tesitura de mantener una tensa espera.

Se rumorea que deben solventarse algunos «problemillas» constructivos en la planta de garajes del nuevo inmueble y de ahí la demora de toda la parafernalia burocrática. Si es así, no llego a entender cómo se llevó adelante el sorteo y posterior adjudicación de las viviendas, pues da a entender que esas supuestas deficiencias en las rampas de acceso a las cocheras deberían cumplir a rajatabla con la escrupulosa normativa del propio Principado de Asturias. Eso, al menos, es lo que se dice por la capital parraguesa, sobremanera desde los partidos de la oposición municipal.

A un lado ese dilema, resulta digna de elogio la buena causa llevada a cabo fechas atrás por los ediles liberados del equipo de gobierno municipal de Parres, incluido el propio regidor, Marcos Gutiérrez Escandón, quienes donaron la cuantía de 5.000 euros, correspondientes a la paga de Navidad, a las familias más necesitadas del concejo. Toda una destacada acción solidaria de los políticos socialistas para con sus convecinos más vulnerables en esta crisis económica tan demoledora. Una dádiva que, a buen seguro, agradecerán -sin entrar en matices de afiliaciones políticas- los agraciados, casi todos sumidos en situaciones personales dramáticas.