Elena VÉLEZ

«Con este broche de fieltro está usted ayudando a construir un instituto y un laboratorio de química en Ecuador. Cómprelo, sólo son dos euros». Covadonga Bogas, alumna de tercero de ESO en el Colegio San Ignacio, es una de los 1.500 estudiantes que participaron ayer en el XI Mercado internacional de cooperativas y asociaciones educativas, organizado por el Principado de Asturias a través de las consejerías de Empleo y Educación y coordinado por Valnalón.

La feria, con fines solidarios, sirve para introducir a los jóvenes en la cultura emprendedora al poner en marcha su propio negocio. El paseo de los Álamos acogió un centenar de puestos pertenecientes a 41 centros educativos de Oviedo, donde los escolares de Primaria y Educación Especial vendían productos fabricados por ellos mismos, y los alumnos de Secundaria ofrecían alimentos u objetos decorativos importados de otras regiones españolas, países de Sudamérica y el continente africano.

Según José Antonio Vega, director de Transferencia de Metodologías de Valnalón, el mercado es la culminación de un intenso trabajo de meses en todos los colegios: «Muchos de los chicos se constituyeron en asociaciones o cooperativas y pidieron préstamos a Cajastur entre 150 y 350 euros».

Entre un tenderete lleno de espárragos de Navarra y otro con pulseras de Bolivia se encontraba la oferta del IES Pando, con la profesora del aula de inmersión lingüística, Dolores Pevida, al frente. «Los chicos son alumnos provenientes de países extranjeros. Hay niños de Rumanía, China, Brasil, Marruecos y Senegal que se están integrando en su curso escolar correspondiente y para los que este tipo de actividades son tremendamente positivas», comenta Pevida.

Khaoula el Alui es una adolescente de 16 años que llegó a Oviedo hace unos meses sin saber ni una palabra de español, ahora es capaz de vender llaveros, chapas y pulseras de papel en un perfecto castellano: «Por 50 céntimos tienes mucho donde elegir y todo lo hemos fabricado en clase», cuenta El Alui orgullosa.

El mercado permaneció ayer abierto durante toda la mañana y hoy toca «hacer el arqueo y repartir el dinero entre los fines sociales, la devolución de los préstamos y los propios chicos», explica Vega.

Todas las cooperativas y asociaciones creadas para el mercado destinan parte de sus beneficios a ONG y obras solidarias.