Alfredo Suárez Vázquez, propietario junto a sus hermanos de Pescados Milagros, el emblemático e histórico puesto en Mercado del Fontán, falleció ayer en Oviedo a la edad de 51 años tras una larga enfermedad. Durante todo el día de ayer se sucedieron las condolencias en el tanatorio de Los Arenales, adonde se acercaron compañeros de toda Asturias para arropar a su familia. Alfredo Suárez estaba casado con Isabel Álvarez García, con la que tuvo dos hijos: Jhonatan y Marlen. Tenía tres hermanos, Geli, Javier y Roberto.

"Luchó como un héroe hasta el final: todavía el pasado sábado estuvimos dando un paseo por el Fontán, un lugar que era una parte muy importante en su vida y que quería de forma especial", comentaba ayer a este periódico su hermano Roberto Suárez, muy afectado por la muerte de Alfredo. Aunque la familia había asumido hace tiempo el trágico desenlace, el hermano explicó que "el vacío que deja es enorme y difícil de llenar. Ahora sólo nos queda seguir adelante aunque estemos tristes y apenados".

Roberto Suárez también destacó el carácter solidario de su hermano, que demostró, por ejemplo, regalando pescado a familias sin recursos económicos. "Era enormemente feliz con estos donativos porque sabía el bien que estaba haciendo".

La historia de Pescados Milagros está unida al comercio local desde el último tercio del siglo XIX, cuando se instaló en el antiguo mercado de abastos, en las inmediaciones del actual teatro Campoamor, para después pasar a Trascorrales y finalmente al Mercado del Fontán. Con la muerte de Alfredo Suárez se va una parte importante de la historia del comercio ovetense, que el fallecido vivió muy intensamente.

El funeral de cuerpo presente se celebrará esta tarde en la iglesia parroquial de San Isidoro el Real y posteriormente sus restos recibirán cristiana sepultura en el cementerio del Salvador.