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Pablo Herrero Puente Médico de Urgencias del HUCA, ingresa en la Real Academia de Medicina de Asturias

“Intento seguir el consejo de mis padres: ‘Sé humilde y humano con los pacientes’”

“Trabajar en Urgencias supone un reto paciente a paciente, tiempos cortos, variedad de patologías y gravedad; eso hace que enganche”

Pablo Herrero Puente, ayer, en el HUCA. | Julián Rus

Pablo Herrero Puente nació en León (1971). En 1989, se trasladó a Asturias a estudiar Medicina. Se especializó en Medicina Familiar y Comunitaria en el centro de salud de Ventanielles (Oviedo) y en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). En junio del año 2000 empezó a trabajar en el servicio de Urgencias del HUCA, donde continúa. Desde 2012 es profesor asociado del departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo. Este próximo jueves ingresará el próximo jueves en la Real Academia de Medicina y Cirugía del Principado de Asturias como miembro académico correspondiente. Su discurso de ingreso llevará por título: “Investigación y humanización de la medicina de urgencias. Luchando contra los elementos”. El acto se celebrará a las 20.00 horas en el salón de actos del Colegio de Médicos de Asturias.

–¿Qué significa para usted el ingreso en la Academia?

–Un gran orgullo y un reconocimiento, no tanto a mi trabajo, si no a mucha gente que creyó en mí y que lo sigue haciendo. Mucho del mérito que tengo se lo debo a la gente que trabaja conmigo en Urgencias y que se embarca conmigo en proyectos.

–¿A quién se dirigieron sus primeros pensamientos al conocer la elección?

–A mis padres. Son gente humilde. Mi padre es zapatero remendón. Vivieron una posguerra dura. Se sacrificaron para que yo pudiese estudiar y, aunque tuve becas, sí que les supuse una carga económica en unos años duros.

–¿Cuándo surgieron sus primeros pensamientos de ser médico?

–Desde que era pequeño, cuando estaba en tercero de Primaria, más o menos, me gustaba “ser médico” y ayudar a la gente. Luego, esto se fue acrecentando. Mi abuela materna, Santa, me llevaba con ella cuando iba al médico y me animaba mucho. Tristemente, falleció al mes siguiente de comenzar yo la carrera y no pudo ver el final.

–¿Por qué eligió urgencias?

–En el último año de residente, en Ventanielles tuve como tutor a un gran médico de familia, Artemio Álvarez Cosmea. La Atención Primaria me tiraba mucho, pero al final pudo más la urgencia.

–¿Por qué?

–Trabajar en Urgencias supone un reto paciente a paciente, tiempos cortos, variedad de patologías y de gravedad dentro de cada una de ellas. Eso hace que sea un trabajo que engancha. Si, además, coincides con unos compañeros que son también amigos, hace que sea la especialidad que más me gusta.

–Usted es de los que reivindica que se cree la especialidad de médico especialista en Urgencias Hospitalarias. ¿Por qué?

–La Medicina de Urgencias tiene un cuerpo doctrinal propio y que no cubre ninguna otra especialidad. Cuando acabamos la nuestra, todos hemos tenido que formarnos muy por encima de lo que habíamos aprendido. No entiendo la reticencia de mucha gente para que salga adelante. Es una lucha de más de veinte años y no le veo una salida clara en un corto espacio de tiempo.

–Su trabajo requiere decisiones muy rápidas. ¿Se desarrolla una intuición especial para “diagnosticar” al paciente al primer golpe de vista?

–En los pacientes graves tienes que tomar decisiones rápidas con una información muy limitada, y de ello va a depender el resultado. La experiencia, junto con una formación continua, tiene mucho que ver. A medida que creces como médico vas generando eso que se llama “ojo clínico” que te hace estar alerta y, con un primer vistazo, sabes reconocer pacientes que pueden tener problemas graves.

–¿Percibe usted que los nuevos especialistas en Medicina de Familia eligen cada vez más trabajar en urgencias de hospitales en detrimento de los centros de salud?

–Depende de las áreas sanitarias. Aquí, en el HUCA, sí. Como todo en Medicina, las razones son muchas. Cuando eres joven, como he ocurrió a mí, las Urgencias tiran mucho. Pero una de las cosas que, a mi juicio, más influyen en que se queden en Urgencias en lugar de ir a un centro de salud es la organización del trabajo.

La ciudadanía aprecia los servicios de Urgencias hospitalarias, pero a veces no comprende esperas tan prolongadas...

–La gente se queja de esperas prolongadas de horas, cuando hay veces que, en la sanidad, hay esperas prolongadas de días o meses y la gente no se queja. En Urgencias, los pacientes más graves no tienen esperas y los menos graves tienen que tenerlas, porque no hay más remedio. Pero en ningún momento esa espera supone ningún riesgo para el paciente.

–¿Cómo se desarrolla la capacidad de comunicarse con el paciente y que se sienta comprendido?

–Cuando acabé la carrera, mis padres me dijeron:_“Pablo, sé humilde y humano con los pacientes, trátalos como te gustaría que te tratasen a ti si estuvieses en el otro lado”. Esa receta la llevo dentro de mí siempre, y me funciona. En un ámbito como la Medicina de Urgencias hay que tratar bien a los pacientes, hablarles con amabilidad, explicarles las cosas, los retrasos en la asistencia, etcétera. Con esta sencilla técnica, todo es mucho mejor. Esta sería una asignatura fundamental en la carrera.

–¿Cómo ve la situación de la Atención Primaria?

–La Atención Primaria es muy importante en la sanidad, pero creo que no está bien organizada, y eso se ha visto ahora con la pandemia. No me gustan las generalizaciones. Comentarios como “en los centros de salud no se ve presencialmente a los pacientes...’ y otros de ese tipo, creo que no son correctos. Hay médicos de familia que han visto a sus pacientes desde el principio, que han hecho domicilios, pero es cierto que habido otros que abusaron de la consulta telefónica y, están pagando justos por pecadores.

–¿Mal organizada?

–Uno de los problemas que veo es que en los centros de salud no hay un coordinador o un jefe que organice al resto de compañeros. Muchos médicos trabajan en paralelo, no en serie. Esto ya pasaba desde hace tiempo, pero se ha acrecentado ahora con el covid. Sería bueno buscar líderes de opinión de la Atención Primaria de Asturias, sentarse con ellos, analizar los problemas y buscar soluciones de una forma conjunta. 

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