El sindicato SUATEA aseguró ayer que a partir del próximo mes de enero se prescindirá de un intérprete de lenguaje de signos en, al menos, un centro público de Oviedo, «sin que haya habido una alteración en las necesidades del centro». En un comunicado, el sindicato, que había denunciado que los alumnos sordos se quedarían sin intérpretes en los centros educativos al no haber sido renovados los contratos de las once personas que realizaban estas funciones, responde así a la Consejería de Educación, que anteayer había garantizado que todos los escolares tendrían garantizada dicha asistencia. Según el Gobierno, la Consejería realiza cada año un expediente de contratación del servicio de intérpretes y, previa oferta pública, adjudica este servicio.