El pleno del Consejo de Patrimonio Cultural acordó ayer iniciar los trámites para declarar bien de interés cultural (BIC) de carácter inmaterial la tonada o canción asturiana, lo que supone un paso más en cuanto al grado de reconocimiento y protección de la también llamada asturianada. Se trata de la manifestación actual «más destacada de la cultura musical asturiana, que tiene sus raíces en el pasado, pero que sigue muy viva en el presente», según recoge el informe de Patrimonio, que sitúa su origen «en un primitivo estilo de cante popular definido por la voz limpia y potente, y por la articulación con la glotis de algunos giros y efectos de sonoridad muy característica». Este estilo interpretativo ha evolucionado, se ha cohesionado y se ha transmitido desde, por lo menos, el siglo XVI hasta convertirse, en el siglo XIX, en un género vocal que abarca múltiples tipos de canciones tradicionales y cuya práctica se mantiene intacta en la actualidad, gracias a su alta aceptación social.

La historia de la asturianada cuenta con figuras que se han convertido en iconos de la cultura del Principado, como el Maragato, la Busdonga, los Cuatro Ases (Cuchichi, Claverol, Miranda y Botón), Quin el Pescador, Xuaco de Sama, Juanín de Mieres, El Presi, Silvino Argüelles, José Noriega, Orestes Martínez, Diamantina Rodríguez o Mariluz Cristóbal Caunedo. Además, existe una nueva generación de intérpretes que están protagonizando la tonada del siglo XXI. Muchos de ellos son precisamente los participantes en el XXII Concurso y Muestra de Folclore «Ciudad de Oviedo», que organiza el Ayuntamiento de Oviedo en colaboración con LA NUEVA ESPAÑA, uno de los eventos que más ha contribuido a la difusión de la música y la tonada.

La asturianada es, para el pleno de Patrimonio, «el símbolo supremo del repertorio tradicional asturiano». Su declaración como bien de interés cultural de carácter inmaterial supone «un reconocimiento público al mérito de campesinos, ganaderos, jornaleros, pastores, arrieros, artesanos, obreros y aficionados que la supieron mantener incluso en tiempos difíciles para este tipo de manifestaciones».

En la reunión del pleno también se analizó la solicitud presentada por el Ayuntamiento de Oviedo para que se inicien los trámites para retirar la protección de bien de interés cultural (BIC) a la plaza de toros de Buenavista (Oviedo). El consistorio plantea la retirada para posibilitar así la ejecución de un plan integral de renovación que supondría una notable variación de las características de un inmueble (y de su entorno) construido en 1888-1889, con proyecto del arquitecto Juan Miguel de la Guardia.

Se acordó, asimismo, iniciar los trámites para realizar un estudio que valore las características patrimoniales e históricas de la Plaza de Toros y que determine el grado de protección en el que debe situarse. También se iniciarán los trámites para incluir en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias una selección de 120 escuelas asturianas, construidas entre 1763 (escuelas de Corao de Castillo, en Cangas de Onís) y 1957-59 (escuelas de Llaranes). Se trabajará para incluir en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias el conjunto patrimonial existente en La Ponte, en Cayés, (concejo de Llanera).

El consejo dio el visto bueno a las declaración BIC de el Pozo Sotón, en el concejo de San Martín del Rey Aurelio; el Pueblo de San Esteban de los Buitres, en Illano; el Castro de Pendia, en Boal; el Castro de San Chuis, en Allande y los castros de Mohías, en Coaña y el Chao Samartín, en Grandas de Salime, además del entorno de protección del castro de Coaña.