Oviedo,

Félix VALLINA

Las carreteras asturianas están bien vigiladas para evitar los excesos de velocidad. Según fuentes de la Dirección General de Tráfico, en Asturias hay actualmente 75 radares operativos, el diez por ciento de los que funcionan en España (750). Las mismas fuentes aseguran que todos los radares del país -incluidos los colocados en las vías de la región- han sido reparados recientemente de cara a las operaciones especiales de tráfico que se llevan a cabo durante los meses de verano. La DGT, según pudo saber este diario, aspira a recaudar alrededor de 409 millones de euros en multas a lo largo del periodo estival y por eso ha procedido al lavado de cara de una red de radares en la que muchos aparatos estaban dañados.

Entre las carreteras asturianas con más radares operativos figura la Autovía del Cantábrico (A-8) con 17 aparatos colocados en distintos puntos de su trazado. En la N-634 hay otros once radares, en la A-66 nueve, en la N-632 siete y en la AS-17 ocho. Éstas son las vías con más presencia de radares, pero también los hay en muchas otras carreteras de la red regional, como se puede ver en el gráfico que acompaña a este texto.

Según las fuentes de la Dirección General de Tráfico, la reparación de los radares españoles es un proceso «totalmente informatizado y complejo» que ha sido coordinado por los seis centros de gestión con los que Tráfico cuenta en España. Cada centro de gestión se encarga de recibir, por vía electrónica, el aviso de avería en los dispositivos de su zona. A partir de entonces, según el tipo de desperfecto, el modelo de radar y la localización del aparato, el centro de gestión realiza la reparación correspondiente a cada incidencia registrada. También se han mejorado los sistemas de mantenimiento de la red de radares colocados en España.