Madrid, Agencias

La batalla campal librada durante la madrugada del domingo en las fiestas del barrio madrileño del Pilar se saldó con once personas detenidas, dos de ellas menores, y 37 heridos, todos de carácter leve. Entre ellos hay seis agentes de la Policía Municipal y tres de la Nacional.

Los detenidos, que ayer por la mañana permanecían en dependencias policiales, están acusados de desordenes públicos, daños y resistencia, y atentado a agente de la autoridad, según informó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

De acuerdo con el relato policial, los disturbios se prolongaron desde las cuatro y media a las siete de la madrugada. Se iniciaron en la Avenida de Betanzos, cuando una pareja de policías municipales, que estaban de paisano, trataron de ayudar a una chica que en aquel momento era víctima de un robo con violencia. Aunque los agentes se identificaron, fueron rodeados por un grupo de personas, que lanzaron botellas y piedras, por lo que los policías decidieron pedir refuerzos.

La intervención de un mayor número de agentes permitió despejar la zona de los incidentes, próxima al recinto ferial. Sin embargo, los disturbios se trasladaron a calles aledañas. En una de ellas, la de Melchor Fernández Almagro, ardió un cajero de Bankia, se quemaron contenedores y se rompieron marquesinas. Además, decenas de alborotadores, en su mayoría jóvenes, siguieron lanzando botellas y piedras contra la Policía mientras peleaban entre ellos.

La situación llegó a tal punto que hasta los Bomberos fueron recibidos con pedradas cuando acudieron a sofocar el fuego.

Al margen de los disturbios, la Policía Nacional detuvo horas antes a tres menores -que estaban en las fiestas- por robo con violencia y a otros tres más por lesiones.

De las 37 heridos, 28 son personas que asistían al festejo local, y el resto policías. Cinco de los heridos fueron trasladados a centros hospitalarios, todos ellos por contusiones excepto un joven que tenía un corte en el abdomen.

Por otro lado, tres edificios de oficinas de la plaza de España de Madrid «okupados» desde hace más de dos años y en cuyas azoteas se celebraban «botellones» y fiestas desde el pasado verano, fueron desalojados y tapiados ayer, por iniciativa de sus propietarios.