La salida en la tarde de ayer de un grupo de cinco guardias civiles especialistas en rescates de alta montaña hacia Nepal, con el fin de recorrer la ruta que se supone estaban realizando los cuatro montañeros de la comarca de Avilés desaparecidos tras el terremoto del pasado sábado, ha llenado de esperanza a los familiares, horas después de que en la mañana de ayer escenificasen su malestar con el Gobierno por la ausencia de una acción más contundente en la búsqueda de Ángel Hernández, Jesús Mosteirín, Sabino Fernández y Egidio García. El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró a primera hora de la tarde de ayer que a estos especialistas, comandados por el teniente Fernando Rivero, que estuvo destinado muchos años en los Picos de Europa, seguirán otros siete guardias, así como cuarenta integrantes de la Unidad Militar de Emergencias, que viajarán a Nepal con seis toneladas de material. "Estamos contentos de que por fin lleguen esos efectivos y esperamos tener buenas noticias en las próximas horas", indicó Ana García, hija de unos de los desaparecidos. "Es muy importante para reducir nuestra angustia", añadió.

Una angustia perfectamente justificable. Fuentes cercanas al Ejército indio, encargado de las tareas de rescate en el valle de Langtang, difundieron que ya no quedaban más montañeros en Kyangji Gompa, la pequeña localidad de montaña en la que se alojaban los asturianos, y de la que se supone que partieron a primera hora de la mañana del 25 de abril, el día del terremoto, camino de Langshisha Kharka, una ruta de 24 kilómetros.

El pueblo quedó destruido en un 80 por ciento, según aseguran montañeros, por una avalancha de nieve, hielo y piedras. El valle de Langtang, en general, quedó devastado, más que por el terremoto, por la lluvia de materiales desde las cercanas alturas. Su cabeza homónima quedó literalmente borrada del mapa. En el resto del valle ocurrió lo mismo, y las sendas quedaron arrasadas por los desprendimientos. Una treintena de cadáveres fueron evacuados en la tarde de ayer. Y también fueron vistos grupos de montañeros saliendo del valle a pie hacia Dhunche, localidad donde se estaban concentrando los afectados.

Los guardias civiles españoles no estarán solos en las tareas de búsqueda de los cuatro asturianos y los otros cinco españoles que se supone quedaron atrapados en el valle de Langtang, entre quienes se cuenta la pareja cántabra formada por Isabel Ortiz y Miguel Ángel Pizarro, y la barcelonesa Roser Palau. Y es que al valle de Langtang llegaron ayer una veintena de rescatadores israelíes.

Los familiares de los asturianos habían mostrado su malestar en la mañana de ayer, durante una rueda de prensa celebrada en el colegio Principado de Avilés, en la que exigieron al Gobierno español un mayor esfuerzo en la búsqueda de los desaparecidos. "Estamos huérfanos de información, al igual que el resto de las familias de desaparecidos españoles", indicaron las portavoces de las familias, Sheila Hernández, Alicia Mosteirín y Ana García. Exigieron al Gobierno que los mantenga informados diariamente, y dijeron no saber muy bien qué estaban haciendo las autoridades españolas para devolverles a sus seres queridos y al resto de los desaparecidos españoles.

Unas palabras duras, aunque comprensibles teniendo en cuenta la tensión y la incertidumbre que estas cuatro familias, y en general la familia montañera asturiana, están viviendo desde hace hoy justo una semana. "Queremos saber por qué no se han encontrado helicópteros de rescate para ir a buscar a los desaparecidos, cuando sabemos que han volado a la zona aparatos israelíes, alemanes, noruegos, estadounidenses... Queremos que nos digan cómo contratar privadamente los servicios de un helicóptero para acudir allí", indicó Ana García Alonso.

La joven hizo notar además al Gobierno "la imperiosa necesidad de enviar material a la zona". Alicia Mosteirín dijo por su parte que sólo habían recibido una llamada de las autoridades diplomáticas españolas. "La cónsul nos llamó para informarnos de que los cinco españoles encontrados ayer (por el jueves) no eran nuestros familiares. Esperemos que estén trabajando", dijo a su vez Sheila Hernández. La joven expresó el sentir de las familias. "Intentamos no perder la esperanza. Nadie nos ha dicho qué tenemos que hacer. La gente nos están dando ánimos, y eso nos da mucha fuerza", añadió.

Por la tarde, tras el anuncio por parte de García-Margallo del envío de los guardias civiles de montaña, los familiares fueron recibidos durante una hora por el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, para fijar mecanismos con vistas a que las autoridades diplomáticas les mantengan informados. Fue una reunión de coordinación, de la que salieron menos preocupados.

Aliviados están otros familiares de los montañeros que vieron truncada su aventura en el "techo del mundo" por el terremoto del día 25. La pareja formada por Ángel Fernández y la médica del HUCA Pepa Cucarella llegaron ayer por la mañana (hora española) a la localidad de Lukla, desde Namche Baazar, una de las puertas al alto Himalaya.