Adiós a Pasapalabra: a Moisés "se le va la olla" y entrega el premio a Óscar por sorpresa

El disgusto le ha llegado con la "J"

Adiós a Pasapalabra: a Moisés "se le va la olla" y entrega el premio a Óscar por sorpresa

Adiós a Pasapalabra: a Moisés "se le va la olla" y entrega el premio a Óscar por sorpresa

Aunque un concursante sea muy veterano, no escapa de errores sorprendentes en una prueba tan exigente como El Rosco. Hace apenas unos días fue llamativo el fallo de Óscar con las notas musicales, y en esta ocasión el tropiezo lo ha protagonizado Moisés. Como en el caso del madrileño, no debe desmerecer la gran prueba que ha hecho: con 22 aciertos y mucho mérito.

El error de Moisés ha llegado ya en una segunda vuelta, cuando iba lanzado después de una primera que ha completado con 19 letras en verde. El disgusto le ha llegado con la J al conjugar un tiempo verbal, que él ha hecho en primera persona del singular… cuando se pedía la tercera.

Lo ha lamentado de inmediato, llevándose las manos a la cara: “No me lo puedo creer”, ha dicho repetidamente. Ha sido tan vehemente y transparente en su reacción que incluso ha pedido disculpas: “Se me ha ido la olla”.

Con todo, en ese momento El Rosco aún estaba muy abierto a cualquier desenlace. La prueba ha transcurrido muy igualada entre los dos concursantes, con Óscar jugando con mucha seguridad y también cautela, aún más al ver lo ocurrido a su compañero y por su experiencia propia.

Ambos se han encontrado en el marcador con 21 aciertos y, de nuevo, con 22, aunque con los fallos como clave. Eso sí, Óscar también ha tropezado, despidiéndose del bote de 1.606.000 euros, pero sí que se ha impuesto a su rival.

“Le tengo que mandar un beso a mi mujer”

Si al comenzar Pasapalabra no hay ningún concursante en la zona destinada a jugar la Silla Azul, sólo puede significar una cosa: que hubo empate en El Rosco del pasado programa. Moisés y Óscar firmaron tablas y nada menos que a 23 aciertos, lo que demuestra el altísimo nivel que desplegaron. Fue un Rosco trepidante, empezando por lo rápido que jugó Moisés. Resolvió su parte de la prueba de forma exprés, para dejar a su rival con la presión de remontar trece letras. De hecho, ha revelado que, de no haber sido por esa estrategia, él habría tenido que tirar de épica: “Ante el peligro estaba yo si le espero porque me podría haber plantado 24”.

Es decir, Óscar podría haberse quedado a sólo una letra del bote. Sin embargo, tuvo que hacer frente a “la incertidumbre” de la remontada en esa situación extrema y dio por bueno el empate cuando lo tuvo en la mano.

Además, ha confesado que su pareja jugó un papel fundamental. “Le tengo que mandar un beso a mi mujer”, ha dicho, provocando la curiosidad de todos.