La semana venía caliente y el pleno del parlamento asturiano, concentrado en un día de sesión doble por el 1 de mayo festivo, no se libró del cruce de reproches y acusaciones mutuas por fomentar la crispación entre el presidente de Principado, Adrián Barbón, y el portavoz del principal partido de la oposición, Álvaro Queipo. El presidente del parlamento, Juan Cofiño, abortó los intentos de Vox y Convocatoria por Asturias, para que el hemiciclo asturiano se desviase del orden del día acordado, donde no había punto alguno relacionado con el punto y aparte de Pedro Sánchez de estos días.

La pregunta Álvaro Queipo sobre si Barbón cree que goza de credibilidad entre los asturianos fue lo suficientemente genérica para que el líder del PP asturiano echase en cara al presidente del Principado sus “alaridos llamando a la rebelión en Ferraz” y le reprochase que “nunca le he visto tan vehemente por Asturias como lo fue por defender a Pedro Sánchez”. El portavoz del Grupo Popular aprovechó el hemiciclo para “corregir sus muy desafortunadas palabras en las que llegó a decir que las personas demócratas de Asturias respiraron con las palabras de Sánchez. ¿Yo no soy demócrata? ¿No son demócratas los más de doscientos mil votantes del PP en Asturias”. El presidente del PP asturiano vio en esa argument