Yolanda Pérez Alonso fue, antes que directora, la orgullosa madre y hermana de todos los miembros de la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo. Por eso, su fallecimiento este domingo ha dejado huérfanos a esa legión de gaiteros y gaiteras, acordeonistas como ella y así hasta cubrir a una legión de músicos con los que viajó por medio mundo y a los que dirigió delante de Reyes y famosos siempre con la jovial incredulidad de quien se consideraba, simplemente, una paisana de Congostinas. Allí, en Pola de Lena, sus restos mortales fuerob recibidos este martes en la iglesia de Santa María y todos esos músicos a los que tanto cuidó (más de setenta gaiteros)la despidieron con todos los honores.