Maite vive en una Asturias en la que sí hay niños

"Aquí no estamos envejecidos, toda la juventud vino a La Corredoria"

ASTURIANOS EN OVIEDO: María Teresa Orozco

Julián Rus

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Maite Orozco, presidenta de la Asociación de Vecinos de La Corredoria y alcaldesa de barrio. Tiene 67 años y está jubilada después de haber trabajado en casi todos los sectores, desde distintos comercios a los servicios de mantenimiento, en cocina o cuidando niños.

"Dos años después de casarnos, compramos piso aquí. Llevó en La Corredoria desde 1979. Eran todo praos, alguna casería y las casas de la carretera general de Gijón. Vine a vivir a La Carisa, a la primera barriada que se hizo. No tenía salida y para entrar era todo un barrizal. Tenías que salir con madreñas, como digo yo. Todo sin urbanizar. Para entrar en nuestra barriada había cuatro casinas de planta baja y nada más".

"De aquella era como irme a vivir al fin del mundo porque yo estaba acostumbrada a San Lázaro, donde me crié, a tener cerca todo cerca. Y me vine lejísimos. No había nada, teníamos una tienda en aquellas casinas pequeñas y allí comprábamos. O en la carretera general que iba a Gijón, donde estaba la tiendina de Luisa. Nos quedaba como a ochocientos metros pero por una carretera que era, más que nada, caleya. Tenía más barro y más baches que valgo yo".

"Estuvimos mucho tiempo olvidados aquí. Después, llegó la segunda fase, que era Vipasa (viviendas sociales promovidas por el Principado) ahí nos entró gente de todo tipo. La historia de La Carisa ya la sabe todo el mundo, lo que peleamos con las patrullas ciudadanas. Fue el primer barrio que sacó a la calle con las patrullas ciudadanas. Peleamos muchísimo desde la asociación, que se fundó al poco de venir a vivir yo aquí. Queríamos, sobre todo, proteger a nuestros hijos. Había mucha droga y mucha jeringuilla, mucho. Fueron años muy duros porque tenías niños pequeños y lo tenían al lado, lo estaban viviendo. Hoy tenemos que estar orgullosos de los hijos porque salió mucha gente con muchas carreras. De la juventud que vivió esa época hay médicos, abogados, ingenieros. No te lo puedes imaginar la juventud tan sana y buena que salió de aquí. Tenemos que sentirnos orgullosos porque fue lo que luchamos. Hoy tenemos un barrio de los mejores de Oviedo. Yo sigo viviendo en el piso que compré, no lo dejo por nada del mundo".

"Primero, esto no lo quería a nadie porque era como un gueto de Oviedo y ahora es la zona residencial. Toda la juventud viene a La Corredoria. Y la gente de los pueblos. Hay mucha gente de Cangas del Narcea y de Ibias, de toda la zona occidental de Asturias, muchísimos. Te digo yo que ahora es un sitio privilegiado. Pero los pisos tienen unos precios que no eren los que había cuando empezamos a venir para acá. Al bajar el HUCA subió el poder adquisitivo de los pisos. Ya ves que por Prado de la Vega hicieron hasta chalets individuales. La clave fue que, al principio, había vivienda barata y buenas comunicaciones. Tanto con la AS-II, como con la autopista, con la estación de tren, estamos muy bien. Tenemos Parque Principado al lado…".

"Viene la toda juventud de Asturias y nuestros hijos se casan y compran aquí. Aquí no estamos envejecidos. Hay mucha juventud y muchos niños. Los días de sol es una maravilla salir a los cuatro parques, como llamamos nosotros a la plazoleta del Conceyín. En otros sitios ves a vieyos sentaos en los parques… Bueno, perdón por la palabra. Vieyos, como digo yo, son los trapos. Quiero decir que en otros sitios ves a la gente mayor sentada en los parques y aquí ves niños y gente joven, reuniones de padres. Y después, todas las sidrerías y las terrazas, todo lleno por las tardes".

"Fue una satisfacción ver crecer el barrio, pero, a ver, no vivimos en los mundos de Yupi. Necesidades tenemos muchísimas. Yo creo que lo plantearon mal: antes de hacer los edificios tenían que haber puesto los servicios y hacerse una idea de toda la población que iba a venir. Ahora, tanto institutos como colegios, tienen que andar ampliando. También necesitamos centro de día para la gente mayor, que también la hay. También se necesita aumentar las piscinas tanto la de la cubierta como la descubierta. Y más frecuencia en algunas líneas de autobús, porque hay momentos en que hay paradas que no puede coger a gente de tanta que sube. Y el centro de salud, que se molesten un poco en él porque da vergüenza. Tiene como unos quince años está muy mal de aspecto, cuando llueve hay goteras. Y luego no hay médicos suficientes. La atención deja mucho que desear cuando llamas por teléfono para pedir cita. Pero creo que eso, más o menos, es en todos los centros de salud. También tenemos ahí cerrada la plaza de abastos, esperando a ver el Ayuntamiento, que en su momento prometió que iba a hacer un centro social y una sala polivalente para teatro y conciertos. Tenemos el centro social del Cortijo pero nos resulta pequeño para la cantidad de habitantes que hay".

"Yo no me aburro, no me da tiempo a aburrime. Además de presidir la Asociación de Vecinos ‘San Juan’ y ahora hiciéronme alcaldesa de barrio. Estoy en todos los colectivos, como en el que organiza la cabalgata de Reyes. Llevamos 31 años haciéndola. Los Reyes Magos reciben a todos los niños y les dan un revoltijo a todos. No te digo nada, hacemos 1.200 revoltijos".

"Mira cómo no me aburro: llegué ahora mismo de mi huerto (los huertos urbanos de La Corredoria fueron una iniciativa pionera en Asturias). Funcionan muy bien, aunque hay vandalismo: hace poco nos robaron los grifos y carretillos. Pero fue una idea estupenda. Yo ya marché para allá a las nueve de la mañana, voy con el perro, voy a pasear y de paso vine, como digo yo, con la compra hecha, cargada de ajo puerro, zanahoria, berza... Uuy, vine yo completa para hacer el cocido".