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La Unesco advierte a Cultura contra el deterioro del Chao Samartín de Grandas

El Consejo Internacional de Monumentos vincula el yacimiento a la "prehistoria" de la ruta jacobea, que es Patrimonio de la Humanidad

Plano en 3D del plan de consolidación del Chao Samartín, extraído del proyecto firmado por Represa y Ollacarizqueta, en el que se aprecian las estructuras restituidas y el mirador en un tono más oscuro que el resto. El Principado decidió modificarlo tras una primera advertencia del Icomos, dado el alto impacto que tenía el diseño inicial.

El Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), una organización vinculada a las Naciones Unidas a través de la Unesco, advierte que todas y cada una de las intervenciones que se lleven a cabo en el Chao Samartín, en Grandas de Salime, deben contar previamente con un informe de impacto ambiental y con otro de impacto patrimonial, dado que se trata de un bien inscrito en la lista de patrimonio mundial de la Unesco.

Cecilia Calderón-Puente, la presidenta del Comité Científico Internacional de Itinerarios Culturales del Icomos, ha emitido un informe en el que hace constar que "el yacimiento Chao Samartín tiene un doble argumento para su conservación y protección", uno por ser Bien de Interés Cultural (BIC) de manera individual y el otro por serlo como elemento constitutivo del Camino de Santiago, inscrito en la lista de Patrimonio Cultural de la Unesco. Eso supone que, como el resto de los elementos patrimoniales que se encuentran en el trazado de la Ruta Jacobea, cualquier actuación en el Chao Samartín requiere de un análisis de su impacto visual, tanto físico como visual.

"Teniendo en cuenta que el yacimiento Chao Samartín estuvo presente en ese paisaje antes del comienzo de las peregrinaciones jacobeas y que sigue acompañando a los peregrinos a Santiago de Compostela desde el siglo IX, en este contexto debe ser protegido integralmente", indica el Icomos en su informe. "La protección y conservación de los Itinerarios Culturales exige un conocimiento profundo de las características históricas, naturales y culturales de su entorno. Las intervenciones que resulten necesarias deberán integrarse en ese contexto respetando sus rasgos definitorios, facilitando su lectura y no distorsionando el paisaje tradicional ya sea este natural, cultural o mixto", especifica.

"Según una larga y sostenida tarea de documentación, se debe concluir de manera incuestionable que el yacimiento Chao Samartín está en el Camino de Santiago, Camino Primitivo, y que, por lo tanto, le es aplicable sin ningún género de dudas las medidas de protección de este Bien declarado Patrimonio Mundial", se indica y por último el Icomos concluye que el Chao Samartín no "no solo está en el Camino de Santiago-Camino Primitivo, sino que es Camino de Santiago-Camino Primitivo, porque es parte constitutiva del bien".

El informe del Icomos recoge que "el Chao Samartín pertenece al concejo de Grandas de Salime, Asturias, una población con unos 600 habitantes que debe su fisonomía a sus relaciones con el Camino de Santiago, como figura en su historia" y añade que "la romanización y la conversión de este antiguo castro en una próspera capital administrativa provocó la fijación y desarrollo de una frecuentada vía de comunicación este-oeste, de las actuales tierras de Asturias y las tierras hoy gallegas". De modo que, según el Icomos, "sin ningún tipo de duda se considere que el castro de Chao Samartín es uno de los grandes e ilustres testimonios de lo que podía considerarse la 'prehistoria del Camino de Santiago".

El pasado mes de enero, y atendiendo a un primer informe del Icomos, el Principado decidió modificar el proyecto de consolidación del Chao Samartín para reducir su impacto, tal y como exigían el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) y el Icomos. Daba marcha atrás al proyecto de consolidación que había propuesto y que defendía el Ayuntamiento de Grandas, firmado por Jaime Represa y Silvia Ollacarizqueta, y desbloqueaba la aportación económica comprometida por el Principado para el yacimiento. En la corrección del proyecto la Consejería de Cultura se atenía a los requerimientos del Icomos y del IPC y a los informes de expertos como el arqueólogo de la Universidad de Oviedo Elías Carrocera.

La última campaña de excavación en el castro grandalés se llevó a cabo en 2009; en 2013 se consolidaron las ruinas de la domus y en 2014 se recuperaron las pinturas murales de la domus. El proyecto que había presentado el Ayuntamiento de Grandas de Salime incluía la reconstrucción del muro oeste de la plaza del castro y un gran mirador, que la Consejería de Cultura quiere mantener con una estructura "más comedida" y "menos visible", "más comedida y liviana que permita la conservación del yacimiento por parte del público". También está en valoración un nuevo acceso al foso, "escalonado por el lado más visible". El alcalde de la localidad, Eustaquio Revilla, había anunciado que los trabajos en el Chao Samartín empezarían el pasado mes de abril.

El Chao Samartín se registró oficialmente en 1967 por José Manuel González, por indicación de José Lombardía. Las primeras excavaciones empezaron en 1990 y fueron regulares hasta 2009. Hasta 1994, según está documentado, fueron dirigidas por Elías Carrocera Fernández, encargado de realizar ahora el informe independiente para valorar el proyecto de Grandas. A partir de 1995 los trabajos estuvieron coordinados por Ángel Villa Valdés.

El de Grandas de Salime es uno de los castros más visitados del Occidente asturiano, junto al castro de Coaña. Fueron los vecinos, con el recientemente fallecido fundador del Museo Etnográfico de Grandas, José Naveiras Escanlar, a la cabeza los primeros que encontraron objetos de valor histórico y patrimonial en tierras del cultivo, lo que dio lugar, algún tiempo después, al descubrimiento del castro.

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