A. RUBIERA / S. F. LOMBARDÍA

"Ahora que Asturias está libre del virus, se la debe tratar como un parque natural: con especial mimo para no estropearlo". Una vez confirmado que el Principado, además de haber evitado de momento los focos que sí están surgiendo por toda la cornisa norte, es oficialmente la primera comunidad autónoma libre de coronavirus al no detectar ningún nuevo caso durante más de catorce días (el periodo de incubación que se estima para el covid-19), el servicio regional de Salud invita a aplaudir la victoria, sí; pero no a confiarse. En la región no se notifican casos nuevos desde el día 11 de junio, y la única excepción hasta ahora era la ciudad autónoma de Ceuta, que mantiene el mismo récord desde varios días antes. Y, según Salud, superar catorce días sin casos nuevos hace confirmar con muy alta probabilidad que el virus no circula por la región. Quedaría solo un pequeño resquicio, los posibles infectados sin síntomas que hayan podido contagiar a su vez a otros asintomáticos, pero los sanitarios locales lo consideran ya "sumamente improbable": "Podemos decir que Asturias está libre del virus y que ahora, lo que llegue, será de fuera. Y llegará seguro, porque la movilidad está permitida, pero haber pasado catorce días sin contagios nos hace volver trabajar con el contador a cero".

Los informes del Ministerio de Sanidad actualizan periódicamente los casos que se han diagnosticado en cada comunidad el día previo y los últimos siete y catorce días, así como los que tienen como fecha de inicio de síntomas los mismos catorce y siete días. Y Asturias, en todas sus casillas desde el informe del pasado viernes (con los datos relativos al jueves 25 de junio), muestra una única cifra, cero, y se mantiene con 2.435 contagiados acumulados desde el día 11 de junio. Desde entonces, según informó ayer el servicio asturiano de Salud, sí hubo un ligero "baile de cifras" con un par de afectados más que se acabaron descartando del listado oficial por dar negativo en PCR.

Que Sanidad estudie con tanta exactitud la evolución de la pandemia en cada comunidad autónoma permite a la región respirar con mucha tranquilidad. Si ya el estudio nacional de serología recogía en su última oleada que la región tenía unos índices de circulación del virus muy bajos -de los más bajos de España-, esta teoría ahora se refuerza al comprobarse que en los últimos 18 días ningún asturiano ha mostrado síntomas de tener la enfermedad.

Asturias, tan libre del virus como prudente

Asturias, tan libre del virus como prudente

El hecho de que se tengan en cuenta catorce días como elemento significativo en el control del coronavirus tiene que ver, según Sanidad, con que "el periodo de incubación de la enfermedad de los primeros casos se estimó entre dos y doce días, pero al igual que el síndrome respiratorio de Oriente Medio (Mers-CoV) y el síndrome respiratorio agudo grave (Sars-CoV), podría ser de hasta catorce días". Fuentes sanitarias de la región se muestran así de tajantes. "Al superarse esos catorce días, que es el periodo de incubación, ahora mismo podría decirse que si Asturias fuese una isla y no pudiese entrar nadie de fuera, ya no habría más casos positivos en el futuro. Hasta los que se pudiesen haber contagiado sin mostrar síntomas ya no serían capaces de contagiar. Pero habrá más casos, claro", explican.

La única excepción podrían ser los asintomáticos que contagian a otros asintomáticos -los segundos necesitarían otros 14 días de espera y, por tanto, Asturias aún estaría en fase de riesgo-, pero este escenario hipotético se antoja cada vez más inviable. "Los números no dan. Aquí vemos que cada infectado tiene de media entre cinco y seis contactos estrechos a los que podría contagiar, pero en general solo un tercio de los infectados son asintomáticos. En esta última semana habrían saltado las alarmas si realmente hubiese casos activos", valoran. El propio límite de los catorce días es ya bastante previsor. "Lo normal es que el contagiado muestre síntomas al sexto o séptimo día. Los días sin casos que llevamos hasta hoy (por ayer) son más que suficientes para descartar cualquier brote activo", añaden.

Al respecto del buen camino que lleva la pandemia en Asturias, el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, explica que "el hecho de que tengamos menos virus circulante es positivo, porque el riesgo de transmisión también es menor". Pero aclara: "De todas formas, la apertura de fronteras a otras comunidades con mayores índices y brotes y el hecho de que en verano se genere una cierta disminución de la percepción del riesgo nos deben llevar a seguir con la alerta y a incidir en que hay que mantener las medidas de la distancia social, la mascarilla y el lavado de manos".

Para el director general de Salud Pública, "hay que ser conscientes de que puede darse un rebrote en cualquier momento" o incluso "una segunda onda epidémica". Lo importante, considera, es que la región tiene "capacidad para seguir trabajando de forma precoz y eficaz", tal y como se hizo con el brote de una residencia geriátrica de Gijón, el antiguo Sanatorio de El Carmen. Otras fuentes sanitarias también ponen de ejemplo el caso de ese geriátrico: "Fue el último susto que tuvimos y se atajó con todas las medidas posibles. Si hubiésemos actuado tarde, parte del personal afectado podría haber extendido el virus".

Los mismos expertos inciden en que el rastreo de contactos estrechos en Asturias, una medida que se inició con la desescalada y que localiza a todo el entorno cercano de cada nuevo positivo para garantizar el periodo de cuarentena, está impidiendo que los pocos casos notificados a inicios de mes se hayan podido "descontrolar". "No está claro cómo funciona en otras comunidades, pero aquí, desde la atención primaria, si se pide una prueba PCR se tramita en menos de 48 horas, en muchos casos en menos de un día; y una vez que sale el positivo las llamadas a sus contactos estrechos se realizan en la misma jornada", aclaran. Y añaden: "Eso se estudiará más adelante, pero sí parece que en comunidades con más casos estas llamadas no se pueden hacer tan deprisa, así que esos posibles portadores siguen saliendo a la calle hasta que se les avisa. Toda esa labor de logística y gestión es tal vez menos glamurosa de cara a la opinión pública, pero está siendo clave y funciona francamente bien".

Por su parte, el presidente del Principado, Adrián Barbón, recuerda que la buena evolución de la región, que considera un "logro colectivo", no debe suponer "triunfalismo" alguno ni animar a "bajar la guardia". "Por eso ahora es tan importante no bajar la guardia, evitar nuevos rebrotes y usar mascarilla. Todos dependemos de todos", aclaró en sus redes sociales.

Ahora bien, los expertos también aportan dos matices a este balance que, reconocen, "es muy positivo". El primero es que la "victoria" será con toda seguridad temporal, porque la movilidad entre regiones hará que tarde o temprano surja algún caso nuevo. El segundo, que la imagen de "una Asturias libre de coronavirus" no debe suponer una merma en las medidas de seguridad que han demostrado funcionar hasta ahora. Al contrario.

Que Asturias se mantenga libre del coronavirus dependerá ahora de cómo se comporten los veraneantes y los autóctonos que hayan pasado fuera el confinamiento. La impresión de Salud es que muchos "imitarán" el comportamiento local: "Si aquí seguimos llevando mascarilla, hasta los que vienen de ciudades menos cumplidoras se la pondrán. Es el momento de dar ejemplo y cuidar de Asturias como un entorno protegido. No hacerlo sería como tirar la bolsa de patatas al suelo en un parque natural. Nos toca hacer pedagogía y ser previsores. Va a haber más casos; podemos celebrar, pero no relajarnos".