Adolfo Menéndez, abogado del Estado en la Audiencia Nacional, su "terreno natural"

El prestigioso administrativista Adolfo Menéndez Menéndez (Gijón, 1958) ha regresado a su "terreno natural", la Abogacía del Estado, en la que comenzó su carrera allá por 1984, esta vez en la Audiencia Nacional. Menéndez, secretario de la Fundación Princesa de Asturias y presidente de la Asociación Atlantista de España, ya se encuentra con los recursos entre las manos, ya que accedió a su nuevo puesto el pasado mes de junio. "Dentro de la Audiencia Nacional nos ocupamos de la regulación económica, con asuntos de competencia, energía, transporte, carreteras... Es el ámbito de mi especialidad. Tenemos mucho trabajo siempre, muchos recursos, y tener más y mejores medios es importante", remarca el jurista gijonés.

Como Abogado del Estado, Menéndez está "al servicio del Estado de Derecho y del interés público", explica. "Lo defendemos como mejor podemos y sabemos", añade. Lo que sí indica es que los abogados del Estado tienen entre manos en la Audiencia Nacional asuntos de gran complejidad, que no pueden resolverse con la rapidez que querrían los afectados. "Nosotros siempre decimos que una justicia rápida es, por ejemplo, la guillotina, pero no parece razonable aplicarla en ese tipo de cuestiones", remarca, justificando los largos plazos de resolución de determinados asuntos.

Menéndez cree que ahora hay una "preponderancia de la tecnología y la economía, y se ha olvidado el derecho, cuando sin el estado de derecho no hay ni técnica ni economía". O lo que viene a ser lo mismo, "sin convivencia, hay guerra", lo que permite enlazar con la otra gran pasión este jurista, la importancia de la cultura de defensa para garantizar la democracia y los derechos humanos. No en vano fue subsecretario de Defensa entre los años 1996 y 2000, dentro del equipo del ministro Eduardo Serra (PP), antes de saltar al Ministerio de Fomento en la época de Francisco Álvarez Cascos, por otros cuatros años.

Gasto de defensa

Adolfo Menéndez continúa siendo presidente de la Asociación Atlantista de España, a la que accedió el pasado mes de marzo, y este mismo jueves participó en una reunión de la entidad con la secretario de estado de Defensa, en la que quedó claro que las empresas deben realizar "todo el esfuerzo posible" para cumplir con el reto marcado de incrementar el gasto de defensa, un aspecto que el propio Menéndez ya había resaltado hace unos meses, antes de la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid.

Preguntado sobre la alarmante situación actual, con un Putin que amenaza sin ambages con una guerra nuclear, Adolfo Menéndez se confiesa, no obstante, "optimista por naturaleza". "Cada momento histórico tiene sus circunstancias, y a nosotros nos han tocado estas", asume.

"Desde el punto de vista euroatlántico, estamos en un momento difícil, pero nuestras convicciones están muy claras. Europa está dando una respuesta coherente. Que los europeos continuemos aumentando nuestras capacidades, junto a la defensa de la democracia a la que está consagrada la OTAN, nos permite enfrentar el futuro con las ideas claras. Es lo que se fijó en la última cumbre de la OTAN en Madrid", añade Menéndez.

El jurista ha tocado todos los pasos relacionados con el derecho. Empezó siendo abogado del Estado, para luego ser asesor jurídico de los ministerios de Presidencia y Sanidad. En 1988 pasó al sector privado trabajando para la firma Ernst and Young. Paralelamente se dedicaba a la docencia en la Universidad Complutense, como profesor asociado de Derecho Administrativo, y en el Master de Asesoría Jurídica del Instituto de Empresa. Consejero de Renfe, Tabacalera y Telefónica, pasó luego por los bufetes Uría Menéndez –fundado por su tío– y Ontier.

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