Para verano, el otoño asturiano, con récord histórico de temperatura

Asturias disfruta en la playa y las terrazas de un inusual y caluroso veroño con la máxima temperatura de la historia, casi 35º en Salas

Noé Menéndez / Mariola Riera

"Ojalá sigan estas temperaturas mucho tiempo. Por pedir estamos en la playa hasta Navidad". En la playa de Salinas (Castrillón) y otras tantas más de toda Asturias los bañistas, de aquí y de fuera –aún hay mucho turista por el Principado–, no pudieron disfrutar más del sol y el calor. El mar alivió unas temperaturas disparadas por encima de 30 grados en general en toda la comunidad y que se llevaron peor en el interior, donde la sombra y el agua de las fuentes fue de lo más buscado para refrescarse.

De hecho, la máxima histórica que se ha alcanzado en un mes de octubre en Asturias fue en el interior del Occidente, en el pueblo de Camuño (Salas), donde la estación de la Agencia estatal de Meteorología (Aemet) registró 34,9º de temperatura este domingo.

Porque hizo calor y mucho en Asturias, sobre todo para estas alturas del año, bien avanzado el otoño y a punto de superar el ecuador de octubre. Hubo un termómetro en Avilés que llegó a marcar más de 50 grados. Era, dijeron muchos, un error, pero alguno defendió que era real, porque empatizó con la sensación de calorón que todos tenían. "Hace una temperatura espectacular. Se estaba peor en verano, que había días que parecía que te ahogabas", explicó Saúl González, uno de los muchos bañistas que decidieron refugiarse del calor en Salinas, a rebosar como tantas otras playas.

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Dos mujeres abanicándose en el centro de Oviedo / David Cabo / M. Riera

Y es que pese a la anomalía del calor y asumir "que no es normal", los asturianos han optado por aprovecharlo y disfrutar. "No podemos estar más encantados. Teniendo críos poder hacer planes así, sin que haga frío, es un lujo", indicó José Luciano Álvarez, que junto a Álvaro Álvarez y Gabriel Álvarez se animó a jugar con la pelota mientras se mojaban los pies. "No me ha pillado tanto de sorpresa, porque normalmente hasta el puente del Pilar siempre suele hacer buena temperatura", señaló este avilesino, del barrio de La Carriona. Nuria Fernández, por su parte, no se atrevió a tocar la arena.

"No es algo que me guste mucho", afirma. Para evitarla, la ovetense decidió instalar dos sillas en la zona de prado que hay cerca de la escalera 10, para no perderse un día como el de este domingo. "Solemos venir por aquí durante el verano, pero no pensábamos que en estas fechas íbamos a estar disfrutando de este solazo", comentó Fernández, que aprovechando el día tenía planeado comer en la playa. "Cualquiera se mete ahora a comer en cualquier sitio. Mejor así, que con este aire se está espectacular", aseguró.

Para verano, el otoño asturiano

Una mujer se refresca en una fuente / David Cabo / M. Riera

Las personas no fueron las únicas en querer disfrutar de la playa. En octubre está permitido que los perros paseen por la arena, al terminar la temporada alta en Salinas, por lo que muchos decidieron pasar la jornada junto a sus mascotas. "Si tiene que estar todo el día en el piso lo pasaría fatal, por lo que aprovechamos y la trajimos con nosotros", se justificó Maite Ramírez sobre "Zeta 007", su perrita.

Junto a su pareja, Roberto Aldero, están aprovechando un viaje de trabajo para ponerse morenos. "Lo último que pensaba cuando me dijeron que tenía que venir a Asturias es que iba a poder pasarme el día tomando el sol", apunta la gallega, en la línea de otros turistas por el Principado.

Para verano, el otoño asturiano

Paseantes en la falda de Naranco / David Cabo / M. Riera

Pero según las previsiones de la Aemet quizás a partir de esta semana cambien las tornas y el otoño empiece a imponerse al veroño. Aunque el sol mandará, las temperaturas máximas irán descendiendo progresivamente. La lluvia parece, además, que regresará en pleno puente del Pilar.

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