Terramor o el arte de saber esperar: la agricultora asturiana Cristina Secades premiada por la sostenibilidad y la innovación

El BBVA y El Celler de Can Roca valoran la producción de minikiwis ecológicos de esta Ingeniería Técnica Forestal

Cristina Secades, en un rincón de su finca.

Cristina Secades, en un rincón de su finca. / Ana Paz Paredes

Cristina Secades Cícero refleja, en su producción agricola ecológica, su forma de entender su trabajo y la vida. Licenciada en Ingeniería Técnica Forestal hace años dio un giro a su vida para dedicarse al cultivo ecológico de minikiwis, un producto que desde entonces la ha hecho merecedora de varios reconocimientos a nivel regional y nacional. El último, el que le ha concedido el BBWA en colaboración con El Celler de Can Roca, junto a otros nueve productores de todo el país, donde buscan reconocer la apuesta por la sostenibilidad de los proyectos, así como el impulso al entorno rural y el relevo generacional. Kiwin Bío, que es como se conoce su producción, fue premiado por "destacar por su modelo de producción sostenible sobre los 200 candidatos inscritos".

El premio, además de darle visibilidad, también implica la realización de una receta de Can Roca con sus minikiwis. "Me lo dieron por la sostenibilidad y estar certificado en ecológico, además de por ser un producto innovador, pero también es importante el colaborar con otros productores locales. Es una sostenibilidad no sólo desde el punto de vista de la producción, sino también son importantes las relaciones que estableces con el entorno", explica la agricultora que, actualmente, cuenta con unos 200 árboles de minikiwis de diferentes variedades cuyo fruto recogerá de agosto a noviembre.

Cristina Secades muestra unos minikiwis que están madurando en su finca. | Ana Paz Paredes

Cristina Secades muestra unos minikiwis que están madurando en su finca. / Ana Paz Paredes

Desde hace ya tiempo que su finca se identifica con el nombre de Terramor pues, además de los minikiwis, también está diversificando su actividad con los manzanos de mesa; además, hace tres años plantó avellanos de Piloña. Tanto en unos como en otros, también innova.

"Elaboro la primera mermelada cero azúcar con minikiwis de España y también produzco la primera manzana deshidratada en Asturias hecha con manzana 100% con variedades autóctonas. La manzana de mesa estaba muy olvidada. Mi padre plantó los primeros manzanos en 1977. Algunos hubo que reponerlos y otros siguen produciendo", recuerda ella que, además, incorpora a su finca animales como ocas, pitas, oveya xalda y patos. "Además de ayudar mucho en la finca, también te dan huevos y carne. Los caracoles y las babosas con las pitas están controlados", explica sonriente.

Cristina Secades revisa el estado del fruto de uno de sus manzanos.

Cristina Secades revisa el estado del fruto de uno de sus manzanos. / Ana Paz Paredes

Defensora de un medio rural sin tanta burocracia y que esté dotado de cosas tan necesarias como el transporte, cree que es imprescindible el reciclaje y la formación. "Es fundamental para vivir bien, para trabajar con menos esfuerzo y lograr un buen producto", afirma ella que actualmente esta realizando un curso de drones para poder usarlos con fines fitosanitarios.

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