Participantes y organizadores celebran el éxito de la séptima edición la carrera solidaria del HUCA

La prueba ovetense festeja este año el décimo aniversario del nuevo Hospital de Asturias

Niños, familias, corredores experimentados e incluso los perros allí presentes festejaron la séptima edición de la carrera solidaria que organiza cada año el Hospital Universitario de Asturias (HUCA): la "CarrerHuca". Unas condiciones atmosféricas favorables acompañó durante toda la jornada a voluntarios y participantes que festejaron "el buen tiempo, sin mucho sol y calor, pero tampoco lluvia". 

"No se puede pedir más, la organización es maravillosa, hace un día estupendo y los niños se lo están pasando genial", comentó Sonia Álvarez al término de la carrera de tres kilómetros, que tuvo lugar alrededor del complejo hospitalario. Y es que para conseguir un dorsal y participar solo había que acudir con un kilo de comida para donar al Banco de Alimentos de Asturias. "Nosotros trajimos tres kilos de comida cada uno, nos costó más transportarlos que la carrera", bromeó Álvarez, que añadió: "Es un pequeño esfuerzo muy necesario para las personas que no disponen de recursos". 

Con la ilusión por las nubes acudió al evento la familia ovetense Miranda Martínez. "Después iremos a ver el partido del Oviedo; si ganamos el día saldrá redondo", vaticinó Javier Miranda entre cánticos de "¡Hala Oviedo!" que entonaban Martina Miranda, Sara Martínez y Pablo Martínez, los más pequeños de la casa, ataviados con la equipación del conjunto azul. "No es el primer año que participamos, pero sí el más especial", puntualizó Mónica Díaz. 

Junto a su mascota, una perrita llamada "Nala", acudieron las llanerenses Laura y Elena Montes, acompañadas de su madre, Encarna Rozas. "Es el segundo año que participamos porque yo estudié en el HUCA y los docentes nos animaron a venir, es una iniciativa preciosa", expuso Elena Montes. 

"Se trata de una actividad muy divertida, el ambiente es de diez y además de pasar un buen rato haces ejercicio", indicó Laura Montes. El hecho de poder acudir con Nala fue "un plus, la llevamos sujeta con la correa durante todo el recorrido, y la verdad es que se portó genial, aunque como todas, terminó algo sedienta", explicó Rozas.